El Barça empata en Mallorca y deja una discreta imagen

El ensayo general acabó en tablas. El Barça empató ayer (1-1) en el Luis Sitjar, ante el Mallorca, en el último partido que disputará antes de debutar el miércoles en la Liga Europea. Van Gaal dijo a su llegada de Holanda que jugaría con un bloque fijo y con el sistema de Robson. Pero cumplió sus planes a medias: recurrió a la herencia conservadora de Robson en la primera mitad y en la segunda, apostó por Guardiola de libre con tan sólo una línea de dos defensas. Dos equipos distintos en un mismo partido.

Pero pocas dudas quedan que el Barça tuvo más personalidad cuando se acercó a las ideas de siempre de Van Gaal. Casi no recibió ocasiones de gol y gracias a una jugada de Dugarry, empató. En el primer tiempo, marcó Amato de penalti.

Van Gaal empezó el partido aplicando la herencia de Robson y recurrió a los mismos hombres que jugaron ante el Twente. Hubo dos salvedades: una, posiblemente, forzada -la de Hesp por el lesionado Baía- y otra más significativa: Stoichkov por Amuníke. El grupo tuvo otra la misma planta con cuatro defensas, dos pivotes y Giovanni en punta. En el segundo tiempo, se retrasó Guardiola, el equipo se ajustó a la vieja idea de Van Gaal en el Ajax y la cosa mejoró, aunque sin excesos.