Boldon gana con una mediocre marca en 200
Ato Boldon se consoló en los 200 metros. El primero en saltar a la pista a abrazarle fue su amigo Maurice Greene, el ganador de 100. Pero más que una felicitación fue un consuelo. El atleta de Trinidad se había perdido la gran ocasión del hectómetro, el tren de alta velocidad, y la doble distancia sólo era un cercanías. No cogerlo hubiese significado más críticas y recordarle que empezaba a convertirse en el Ottey masculino, y ganarlo, simplemente un trámite.Y esto segundo ocurrió con una mísera marca para una final de tanta categoría, superior a los 20 segundos (20.04) y lo que es más grave, aunque el viento sopló a favor en la recta incluso por encima del límite reglamentario de 2, a 2,3 metros por segundo. También levantó los brazos a dos metros de la llegada porque todos sus rivales habían, arrojado la toalla mucho antes.
"No corrí tan rápido como quería", confesó el atleta de Trinidad. Para Boldon el problema estribaba en sus repetidas derrotas en las grandes competiciones. Tercero en la carrera de 100 de Gotemburgo 95 y Atlanta 96, se había quedado fuera del podio en la final de 100 metros de Atenas. Comenzaba a sospecharse de su capacidad para afrontar los grandes momentos. Su interés era desmentir las dudas en la final de 200. Era la prueba ideal. Sin Michael Johnson, con una débil representación estadounidense, con Frankie Fredericks en mal estado, todo favorecía a Boldon, que finalmente consiguió su primer gran triunfo.
La carrera fue de un dominio absoluto suyo, pese a que el namibio Frankie Fredericks, otro especialista de coger migajas después de haber prometido tanto, salió un poco más rápido (0, 127 milésimas de tiempo de reacción por 0,132), pero Boldon fue esta vez atómico.
Su puesta en acción resultó magnífica y en la curva estaba ya claramente primero. No tuvo agobio alguno hasta el final. En la parrilla levantó los brazos en señal de victoria. Detrás, Fredericks era segundo no ante Jon Drummond, el único norteamercano de la final, hundido al séptimo puesto, sino, ante el brasileño Claudinei Da Silva (otro Da Silva, apellido de ilustres hombres rápidos y saltadores), que quitó el bronce al cubano Iván García.
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