Fiz, Bragado y Cacho, las mejores opciones españolas

El equipo español llega a los Mundiales por primera vez con más humildad que en los últimos años a las grandes competiciones. Aunque existen hasta media docena de opciones serias de medalla y el pasado mes de junio el equipo dio la agradable sorpresa de encabezar la Superliga europea durante la primera jornada, la prudencia tras pasados fiascos ha sido esta vez la nota dominante.Para empezar, el equipo es más reducido, con 40 hombres y siete mujeres. Ha habido bajas por lesiones y unos vacíos significativos en las vallas y en general en el atletismo femenino, que está sumido en una profundo bache. El problema vallista español comienza a ser endémico desde la retirada de Moracho y el declive definitivo de Carlos Sala, y en mujeres parece grave que siendo la parcela femenina la que más ha mejorado en el deporte español en general desde los Juegos de Barcelona, las atletas se hayan estancado.

La única excepción, aunque no lo va a tener nada fácil, es Julia Vaquero, espléndida mejor marca del año en los 10.000 metros y que aspira a estar en la lucha por las medallas. Sin embargo, su estado de forma no parece tan excelente como el del pasado año, cuando se midió con las mejores especialistas en los Juegos de Atlanta. En cualquier caso, cabe espera que su capacidad de combate le permita alcanzar un buen puesto en la final de los Mundiales de Atenas.

El fondo, junto a la marcha, vuelven a ser las mejores bazas españolas. Jesús Angel García Bragado, ganador de la Copa del Mundo de este año en 50 kilómetros marcha, ya sabe también lo que es ser campeón del mundo en Stuttgart 93, aunque después sólo fuera 5º en Gotemburgo 95. La reciente referencia de Podebrady (República Checa) y su marca, la mejor del mundo esta temporada, permite albergar esperanzas de que su forma sea diferente a la equivocada que le llevó a la retirada en los Juegos de Atlanta.

Martín Fiz es el otro gran favorito en el maratón, donde también deberá desquitarse del disgusto olímpico (4º en los Atlánta). Sin llegar a pensar en el histórico triple podio de los Europeos de Helsinki 94, el nivel de los maratonianos ha subido con la magnífica inclusión de Abel Antón, que ha ganado las dos maratones que ha disputado. El recorrido parece que es favorables a Fiz, que prefiere los perfiles sinuosos, mientras Antón se encuentra más cómodo en los terrenos llanos.

Más difícil lo tendrá Fermín Cacho en 1.500, pero es un gran competidor que ha subido al podio en casi todas las grandes competiciones y aunque el marroquí Hissam El Gerrouj está inaccesible, también lo parecía el argelino Morceli en Barcelona 92. Cacho, que sufre una dolencia en un menisco, puede beeficiarse del ritmo de la final, que tradicionalmente es de carácter táctico. En el margen de 3.33 a 336 minutos, Cacho se mueve como ninguno. Así lo ha demostrado a lo largo de su carrera deportiva.