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El juego del 'pelotazo'

El Deportivo gana 75 millones con un jugador francés al venderlo un mes después de su fichaje

Xosé Hermida

En los anales deL Deportivo figurará que Sylvainne Wiltord fue, como Amancio, Luis Suárez o Bebeto, jugador del equipo gallego. Pero, a diferencia de esos nombres gloriosos, nadie podrá buscar en su memoria una finta, un pase, un gol o un regate de este delantero, francés de 23 años. Cuando en el futuro alguien se acuerde de Wiltord será para evocar una de esas maniobras de prestidigitación financiera del presidente deportivista, Augusto César Lendoiro, un auténtico pelotazo, aunque en sentido más mercantil que futbolístico: en menos de un mes, el Deportivo lo ha comprado, lo ha vuelto a vender y ha ganado 75 millones de pesetas en la operación. Puede parecer una minucia comparado con las cifras siderales que mueve el fútbol hoy en día, pero, desde luego, menos da una piedra.A estas alturas ya pocos pueden dudar de que el fútbol es un negocio y los jugadores, su mercancía. El caso de Wiltord, por ejemplo, se asemeja a una de esas relampagueantes operaciones de un tiburón de la Bolsa. Nunca ha llegado a vestirse la camiseta del Deportivo, ni siquiera ha participado en un entrenamiento del equipo, y 24 días después de darse con Lendoiro el abrazo de rigor, regresa a su país para jugar en el Girondins de Burdeos. El club gallego se queda sin un futbolista al que se le auguraba un buen futuro, pero demuestra su olfato para los negocios: lo compró por 300 millones de pesetas y lo acaba de vender por 375. Además, si triunfa en Burdeos, el Deportivo gozará de un derecho preferente sobre cualquier otro equipo para poder adquirirlo de nuevo.

El verano pasado, Sylvainne Wiltord era un prometedor delantero del Rennes y uno de los jugadores más destacados de la selección francesa que participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Por esas fechas, el Deportivo peinaba a conciencia el mercado galo -del que se trajo a Martins, Songo'O, Bonnissel y Madar- y no le pasó inadvertida la buena campaña de Wiltord. Como el club francés no accedía a un traspaso inmediato, Lendoiro alcanzó el acuerdo de ficharlo a partir del 1 de julio de 1997 previo pago de 300 millones de pesetas. A partir de ese momento, Wiltord cayó en una crisis de juego, que algunos atribuyeron al desinterés del futbolista por el Rennes, toda vez que tenía garantizado su pase a una Liga mucho más lustrosa que la francesa.

Aunque periódicamente llegaban a A Coruña rumores de que el futbolista no firmaría finalmente por el Deportivo, su contratación se cumplió en los plazos previstos. Wiltord llegó a la ciudad gallega el pasado 3 de julio, acudió a la sede del club, suscribió un contrato por cinco años y fue presentado ante la prensa como nuevo jugador blanquiazul. A los pocos días pidió comer con el presidente y le expuso su deseo de dejar el Deportivo. Según fuentes del club, el futbolista alegó que tenía una oferta interesante del Girondins y que prefería seguir fogueándose en un campeonato como el francés, con mucha menos presión del público y la prensa antes de dar el salto a España.

Lendoiro no es de esa clase de personas que se pliegue fácilmente a las veleidades de sus futbolistas. En los últimos meses, otros, como Manjarín, Bonnissel o Paco expresaron su deseo de marcharse, pero el club los retuvo aun a sabiendas de que se quedarán más para cubrir emergencias que para jugar habitualmente. En cualquier caso, el presidente consultó con su entrenador, Carlos Alberto Silva, y éste no debió de mostrar gran entusiasmo por Wiltord, ya que de inmediato se entablaron las negociaciones con el Girondins. El acuerdo quedó cerrado el pasado fin de semana, con un buen negocio para el Deportivo. Unas horas antes la Federación Francesa de Fútbol había hecho un extraño anuncio: iba a retener el pase internacional del jugador alegando que éste aún tenía un año de contrato con el Rennes. "Malamente la federación francesa podía negamos su autorización para el fichaje, porque todo ha ido tan rápido que ni siquiera hemos llegado a solicitar el pase", replicó ayer un portavoz oficial del Deportivo.

Y a rey muerto, rey puesto. El sustituto de Wiltord llegará en las próximas horas. Se llama Bassir, tiene 26 años, nació en Marruecos y procede de la enigmática Liga de Arabia Saudí. Mercancía a bajo coste para un club aficionado a los golpes de audacia.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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