El primer Tour de Ullrich
Los ataques de Virenque y Pantani no afectaron al alemán, Olano se hundió más y brilló Escartín- Corretja ganó su tercer torneo del año
Es el Tour de Ullrich. Salvo que hoy se convierta en humano, el joven, sucesor de Induráin se encamina hacia su gran consagración a los 23 años. Los Pirineos y los Alpes, hasta ahora, han hecho la selección que se esperaba y en el reparto ha quedado tan sólo que únicamente el francés Richard Virenque, una especie de guerrillero de las cumbres, se ha permitido acercársele, pero a 6.22 minutos. Hablamos definitivamente de un líder con mayúsculas.El impertérrito corredor alemán ha aplastado con una corrección absoluta. Esperó a que las cuestas, las que dictan la gran ley en el ciclismo, dijeran que su teórico jefe de filas en el Telekom, el danés Bjarne Riis, confinnara que no es el del año pasado. Y pasó a decidir. Primero en la segunda gran jornada pirenaica y luego, en la primera contrarreloj, donde arrasó sacando más de tres minutos a todos sus rivales. Una humillación que sólo el mejor Induráin se permitió hacer.
Ullrich está imparable y sólo un fallo que casi nadie espera parece que pueda cambiar el rumbo de su historia. Otra cosa es el futuro y que pueda seguir la estela de las estrellas que encadenaron la gloria hasta los cinco triunfos en París. Jan Ullrich ya ha demostrado un dominio abismal en la más difícil asignatura del ciclismo mundial. Sin embargo, por poner un pero a su encumbramiento, cabría ponerle ya el de la edad. Si sigue intocable hoy en la difícil etapa de Joux Plane y remata en la contrarreloj previa a París no se podrá discutir que es el único grande del porvenir. Pero quedará la duda de su resistencia. En deportes de fondo, como el ciclismo, la madurez tan temprana puede ser peligrosa. Ullrich, además, viene de aquella escuela alemana oriental donde los deportistas despuntaban tan rápido como desaparecían por arte de magia del gran concierto internacional. La RDA ya no existe, pero queda por demostrar que UlIrich consiga mantenerse en la cumbre hasta el borde de los 30 años para superar la mítica cifra de Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin.
Y perdido el color español en el Tour sin Induráin, al menos el tenis continúa dando alegrías. Esta vez fue Alex Corretja, que ganó en Stuttgart su tercer torneo del año con tres paisanos en semifinales y seis en cuartos. Han vuelto a la tierra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.