Aznar afirma que la presión de la calle le empuja a cambiar la política antiterrorista

"No salen millones de españoles [a la calle] para que todo siga igual". El presidente José María Aznar reconoció ayer, con estas palabras, que el Gobierno se verá obligado a modificar su política antiterrorista tras la impresionante movilización social provocada por el secuestro y posterior asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco. El Partido Nacionalista Vasco, por su parte, se comprometió ayer a apoyar acciones políticas encaminadas a desalojar a Herri Batasuna de los ayuntamientos que controla en Euskadi. La movilización contra el crimen de ETA continuó ayer con manifestaciones multitudinarias en Sevilla y Zaragoza.

Tras la reunión extraordinaria celebrada por el Comité Ejecutivo del PP, en la que varios dirigentes expresaron su preocupación por el riesgo que corren los militantes del partido en Euskadi, el coordinador popular, Ángel Acebes, no quiso revelar qué medidas concretas se impulsarán para combatir a ETA y su entorno, por la necesidad de salvaguardar la unidad y cohesión de las fuerzas democráticas. En todo caso, el aislamiento de Herri Batasuna puede ser una realidad si el PNV cumple su promesa de apoyar cuantas mociones de censura se presenten para arrebatar a la coalición proetarra las 25 alcaldías que ostenta. El PSOE quiere impulsar el relevo de HB en Mondragón.La madre de Miguel Angel Blanco, Consuelo Garrido, hizo ayer sus primeras declaraciones tras el asesinato de su hijo: "Sólo digo que si la muerte de mi hijo ha valido para que Euskadi, España y el mundo entero se puedan unir y se termine todo, todo el mal del mundo; bienvenida sea la muerte de mi hijo. Con dolor de madre lo digo."