_
_
_
_
TOUR DE FRANCIA 97

Preparado para la revolución

Carlos Arribas

Con 19 años, UlIrich ya ganaba carreras importantes a los aficionados dos años mayores. Siempre, es decir, se ha sentido mayor que su edad real. Así que los desafíos que se ha planteado a los 23 años -cumple 24 el 2 de diciembre- no es algo que le asuste. Es el campeón Mundial amateur más joven de la historia desde que se impuso en Oslo 93 a los 19 años -dedicó el invierno a correr como sprinter en Australia, imponiéndose a veces a jóvenes prometedores de ahora, como McEwen, dos años mayor -."Pero estaba aún con la mentalidad del Este", dice Godefroot, "o sea, que le faltaba iniciativa". Pero no tanto.Desde que era pequeñito, el más bajito de su generación cadete, Ullrich fue el niño mimado de Peter Becker, el técnico germano oriental que aún sigue siendo su entrenador privado. "Le elegí porque pese a ser el más pequeño, medía sólo 1,60 a los 13 años, era el que tenía más espíritu luchador", recordaba Becker en enero. Y con Becker, como cualquier atleta de elite, Ullrich creció entrenándose todo el día, sin pensar en equipos o en selecciones: sólo valía la mejora individual. "Aquel sistema era tan bueno, que sólo han salido buenos deportistas", recuerda, con nostalgia de los viejos tiempos Becker.

Más información
Traspaso de poderes en Envalira

Pero UlIrich era especial. Debería ser el primer hombre de aquel régimen que hiciera algo importante. "Él, Jan, lo quiere, yo lo quiero y para eso entrenamos, para ser la revolución del ciclismo".

Había un problema: un ciclista no puede correr sin equipo. Y cayó en el Telekom, dispuesto a formar un equipo que aglutinara a todo el ciclismo alemán. Y en el Telekom estaba Riis. Otro muro para la revolución. Hasta ayer. Sin embargo, UlIrich, pese a saber de sus posibilidades, se mostraba paciente a comienzos de año. "Sé que algún día ganaré el Tour, pero no tiene por qué ser el del 97. Soy joven y tengo tiempo para aprender. Así que seguiré detrás de Bjarne". Ayer se cerró el tiempo de espera para el chaval, que ahora mide 1,83 metros y pesa 72 kilos. Un día, el del Envalira, que se puede definir con otra frase de Godefroot: "Menos mal que teníamos a UlIrich, porque con Riis no habríamos ganado el Tour".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_