Millones de españoles se unen a la rebelión de los vascos contra ETA y HB

España se convirtió ayer en un inmenso plebiscito por la paz. Millones de españoles -un millón y medio en Madrid, un millón en Barcelona, centenares de miles en prácticamente todas las poblaciones importantes del país- se echaron a la calle por la tarde para gritarle a ETA y a UB que el pueblo no está dispuesto a tolerar la violencia. El movimiento iniciado en Ermua (Vizcaya) tras el secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, de 29 años, se extendió por toda España y las calles se convirtieron en un clamor como no se había vivido desde la restauración de la democracia.A mediodía, todo el país se paralizó durante 10 minutos. Los trabajadores salieron a las puertas de sus empresas y el tráfico se paró. En el País Vasco, los trabajadores pararon durante una hora.

En Ermua, en el cortejo fúnebre, el Príncipe, de Asturias, el presidente del Gobierno, ministros, líderes políticos, ex presidentes... Junto a ellos, todo el pueblo, que recorrió en silencio el camino entre la iglesia donde se celebró el funeral y el cementerio.

Desde todas las instituciones del Estado se alzaron voces. Entre ellas, la del Rey, que elogió la actitud de los ciudadanos y aseguró que la muerte de Miguel Angel no va a ser en vano.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió medidas legales más contundentes para perseguir a todos los que amparan el terrorismo.

Los partidos democráticos, reunidos en el ámbito del Pacto de Madrid, acordaron suscribir en todos sus puntos la declaración del Pacto de Ajuria Enea, así como estudiar reformas que permitan perseguir mejor el terrorismo y decidieron aislar y romper totalmente el diálogo con Herri Batasuna.

Esta formación política, que actúa como correa de transmisión de los terroristas, pretende retar a los ciudadanos demócratas con una manifestación el sábado en San Sebastián.