La ley del más fuerte

Cuatro equipos, los considerados más fuertes, están llamados a marcar la carrera en la montaña. De sus tácticas dependerá el desarrollo del Tour.Telekom. La gran incógnita. Puede que ni su director sepa lo que van a hacer sus corredores. Todo depende de Riis. Si el danés quiere dar un golpe de autoridad, atacará. Entonces, habrá que esperar a conocer la respuesta de Ullrich. Si resiste o no. Las caídas han desbaratado ligeramente los planes de Godefroot para utilizar a su trío de grandes escaladores del segundo escalón -Bolts, Totschnig y Heppner- para amenazar a los demás.

Banesto. Por la propia tradición del equipo en las primeras montañas del Tour y por las características de Olano, se espera del equipo de Echávarri una carrera conservadora. Día de observación para Olano, por lo menos hasta el último puerto. No esperen que salga a cualquier ataque que se le haga.Su estilo es el de subir los puertos a su ritmo, aumentándolo progresivamente. El Banesto llega cargado de escaladores. Blanco, Beltrán y Jiménez deberán llevar al vasco hasta el último puerto.

ONCE. La baja de Zülle ha dejado al equipo con un solo líder, pero la respuesta de Jalabert en alta montaña sigue siendo una incógnita. A las sensaciones de su líder se deberían supeditar el resto de escaladores del equipo -Marcelino, Mauleón, Cuesta, Zarrabeitia-, aunque este último podría disponer de libertad para luchar por su cuenta.

Festina. El equipo que todos esperan que rompa la carrera. Su propia filosofia les obliga a ello. No han podido resistirse al afán de mostrarse en pleno en las tachuelas de cuarta categoría, así que parece difícil que se aguanten en los grandes puertos. Al estilo de su director, Bruno Roussel, le conviene a la perfección el ataque a todo trapo desde el principio. En ello basaron su éxito el año pasado.