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Bonn rehace su Presupuesto para poder cumplir con el déficit de Maastricht

El Gobierno federal alemán aprobó ayer en Bonn, por unanimidad y con total acuerdo, el proyecto de Presupuesto de 1998, la ampliación para este año y la planificación financiera a medio plazo, tras semanas de reuniones y tira y afloja entre los artidos de la coalición de centro-derecha, democristianos (CDU/ CSU) y liberales (FDP), que llegaron a estar al borde de la ruptura. El ministro de Hacienda, el socialcristiano Theo Waigel (CSU), expresó su convicción de que Alemania cumplirá el 3% de déficit exigido por Maastricht

La oposición se ha apresurado a criticar la ampliación del Presupuesto para este año y los socialdemócratas la calificaron de "capitulación", "chapuza y operación de emergencia" y aplicación de una "política de tierra calcinada". Los Verdes declararon que el Gobierno practica la política' de "después de mí, el diluvio" y lleva el mismo camino que el Titanic, el transatlántico que se hundió al chocar con un bloque de hielo.Waigel presentó ayer su Presupuesto complementario para este año y el proyecto para el que viene, que tendrán que aprobar las Cámaras, legislativas el próximo otoño. Las cifras resultan mareantes, por el número de ceros de miles de millones y billones. En el ejercicio corriente, el Gobierno de Bonn asume el bochorno de reconocer la existencia de una "alteración del equilibrio económico general", porque el capítulo de endeudamiento superará al de inversiones.

El coste del paro

Endeudarse más de lo que se invierte sólo lo permite la Constitución alemana en casos extremos, para corregir alteraciones del equilibrio". Un hecho similar sólo se ha producido en cinco ocasiones, seis con esta, en los casi 50 años de existencia de la República de Bonn.El gasto, debido sobre todo al paro, con su caída de ingresos y aumento de las prestaciones sociales, ha provocado que en 1997 el déficit aumente hasta 71.200 millones de marcos (seis billones de pesetas), 17.900 millones de marcos (15 1. 000 millones de pesetas) más de lo previsto.

Según Waigel, el incremento del gasto se debe única y exclusivamente al aumento del paro: 330.000 parados más que los previstos al elaborar el Presupuesto de 1997; unos 530.000 personas menos de población activa, con la consiguiente caída de ingresos fiscales, más las inevitables cargas por el seguro de paro y la asistencia social a los desempleados. Para 1998, Waigel parte de lo que considera una base sólida: un 2,75% de crecimiento del producto interior bruto (PIB) y un descenso de 100.000 parados, de los 4,3 millones de media de este año a 4,2 en 1998. Sobre esta base, Waigel ha elaborado un presupuesto de 461.000 millones de marcos (casi 39 billones de pesetas), con 57.700 millones de marcos (casi 4,9 billones de pesetas) de déficit previsto.

Si se pasa un poco en el déficit, Bonn tendría que reconocer de nuevo la existencia de una "alteración del equilibrio económico", que equivale a bajarse de nuevo los pantalones y reconocer que se merece una zurra, en pleno año electoral.. Para cubrir las partidas del presupuesto, Waigel ha recurrido a todo lo imaginable, sin subir los impuestos.

El Gobierno de Bonn ha aparcado en un banco público sus acciones de la compañía telefónica Deutsche Telekom para poder recibir el dinero antes de venderlas y tapar agujeros. Obtendrá por ese procedimiento nada menos que 10.000 millones de marcos (840.000 millones de pesetas) este año y 15.000 millones de marcos (1,26 billones de pesetas) el próximo. También proyecta vender durante las próximas semanas una buena parte del petróleo de sus reservas estratégicas para tahuecos en partidas del Presupuesto y poder cumplir los criterios de Maastricht.

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