Maradona regresa con un gol formidable

En la tarde del miércoles 9 de julio, día en que Argentina celebra el aniversario de la declaración de su independencia, a los cinco minutos de iniciado el partido amistoso entre el Newell's de la ciudad de Rosario y el Boca, el diez, Diego, El Pelusa, se cobró una falta que le habían hecho a él antes de entrar al área por la izquierda. En una posición ideal para un diestro, el zurdo Maradona dio tres pasos de izquierda a derecha y el pegó de tal modo al balón que lo impulsó sobre la barrera hacia el poste izquierdo de la portería. El balón bajó allí, pasó cerca de los dedos del portero, que voló para ese lado, pegó en el palo y entró.

A los cinco minutos de juego, 332 días después de haber jugado su último partido oficial, 20.000 personas celebraron su gol cantando " Maradooo, Maradooo, Maradooo" en el estadio y miles de aficionados que seguían la retransmisión por televisión soñaban otra vez junto con el jugador que sí, que todo era posible. A poco más de tres meses de cumplir 37 años, el plan de deseos ya está perfectamente elaborado. Primero, jugar todos los partidos para alcanzar rápidamente lo único que le falta ahora, el ritmo de la alta competición. Luego,' salir campeón con el Boca. El año próximo disputar la Copa del Mundo con la selección argentina y, por último, despedirse definitivamente del fútbol con una gira mundial.Esta vez debe reconocerse que Maradona ha hecho las cosas como nunca antes. Se preparó según la estrategia elaborada por los profesionales que le atienden. Mantuvo una dieta estricta que llevó a bajar 11 kilos en dos meses sin que la pérdida de peso afectara a su consistencia muscular. Durante su estancia en Canadá, donde vive uno de sus hermanos, cumplió con el riguroso plan de entrenamiento diseñado por el atleta Ben Jonson, que continúa con su asistencia profesional en Buenos Aires. Los logros alcanzados le han renovado el ánimo.

En las ruedas de prensa, en todas sus declaraciones, se advierte que Maradona presenta la mejor condición mental de los últimos cinco años. Su regreso se inscribe además en un momento en el que el fútbol argentino vive una particular euforia tras la obtención del segundo título mundial consecutivo en juveniles y la casi segura clasificación de la selección para la próxima Copa del Mundo. Si la cabeza de Maradona soporta todavía semejante presión, el milagro de verle nuevamente como capitán de Argentina en el campeonato mundial a disputarse en Francia se va a producir porque hay un país atrás que empuja y sopla el aire que todavía le falta a sus pulmones.