CIU renuncia a imponer el uso del catalán a los comerciantes

El Gobierno catalán renunció ayer definitivamente a su pretensión de obligar a las empresas y los comercios privados a atender y corresponder a sus clientes en la lengua oficial (castellano o catalán) que éstos elijan. Esta renuncia de CiU forma parte de un pacto alcanzado con el PSC mediante el cual los socialistas depondrán su oposición general a la elaboración de una nueva ley del catalán, sin perjuicio de que puedan mantener enmiendas a artículos concretos. El acuerdo quedó prácticamente cerrado ayer por los máximos dirigentes de ambas partes, Narcís Serra y Jordi Pujol.El acuerdo alcanzado entre CiU y el PSC garantiza un amplio apoyo parlamentario al punto más controvertido de la ley. En los próximos días podría sumarse al acuerdo IC-EV, que ayer pidió más tiempo para estudiarlo.

El pacto se enfrenta a una doble oposición, en ambos casos minoritaria: de un lado, el PP, que considera que los derechos de los castellanohablantes quedan en entredicho, y del otro, los independentistas de Esquerra Republicana y el PI, para quienes la renuncia a imponer el uso del catalán en las relaciones Socioeconómicas privadas constituye una abdicación inaceptable.