"Sin Ronaldo también sabemos ganar"

"Fue, un gran partido. Y demostramos que sin Ronaldo también sabemos ganar". Figo, pletórico en el Bernabéu, sintetizó el espíritu de un grupo cuyo talante ganador ha emergido todo el año en las grandes citas y que se evaporo ante los rivales más flojos. Guardiola corroboró la impresión de su compañero: "Parecerá demagógico, pero siempre hemos tenido ese orgullo de pelear hasta el último minuto". Y esta vez sin el brasileño. La Copa desdramatizó la macha de Ronaldo y ratificó nuevamente, para lo bueno y para lo malo, que al Barça le ha bastado todo el año un golpe de genio de alguno de sus futbolistas, para desequilibrar un partido.No era ayer la primera vez que con o sin Ronaldo, Figo y Pizzi asumían el protagonismo en un día clave. Ocurrió en el magnífico duelo de Copa ante el Atlético (5-4). Ronaldo marcó tres goles, pero Figo logró otros 2 y Pizzi el quinto y definitivo. "Me gustaría ser macanudo pero no siempre puedo", dijo en alusión al epíteto que se ganó a pulso tras aquél gol que mantuvo vivo al Barça en la competición. También Pizzi marcó dos goles en la ida de esa eliminatoria en el Calderón. Y Figo consiguió otros dos en ese mismo, pero en la Liga (2-5).

El Barça de Robson pasará a la historia por no haberse ido de vacío en un encuentro cumbre y por haber tropezado ante el rival mas inesperado. El único día negativo fue el partido de Liga en el Bernabéu (2-0) donde la pareja Mijatovic-Suker pudo a la de. Ronaldo-Giovanni, catalogadas entonces como las máximas estrellas del equipo y de paso fugaz -nadie garantiza la continuidad de Giovanni- en el Camp Nou. Pero la nómina de victorias en días claves es extensa: la eliminación del Madrid en la Copa -3-2 en la ida y 1 -1 en el Bernabéu-; la del Atlético -2-2 y al ya aludido y memorable 5-4- y la victoria ante el Betis.

Fue una trayectoria similar en la Liga con dobles victorias ante el Deportivo -sendos 1-0, una de ellas al límite-, ante el Betis -2-4 y 3-0- y con la victoria ante el Madrid -1 -0-.O en la Recopa, donde superó con relativa comodidad a sus rivales más comprometidos -1-1 ante el Estrella Roja y 2-2, en las semifinales en Florencia- para ganar al Paris (1-0) la Recopa.

"Es verdad que haber ganado todos esos partidos más difíciles contribuyó a limpiar los probleas habidos", reconoció Guillermo Amor en alusión a esta temporada tan tensa. Quizás por eso, recisamente, resulta más incomrensible que el equipo no se sin¡era en la Liga campeón. Parido ara jugar a morir en los duelos directos, en choque, en el cuerpo a cuerpo, el Barça se desinfló siemre cuando tuvo el liderato o el tíulo a su alcance. Las dos derrotas ante el Hércules se muestran ahora, más que nunca, extraordinariamente patéticas. O como el 2-0 e Sarriá, o como el empate en asa ante el Oviedo o la paliza del 4-0 ante el Tenerife. Demasiados untos perdidos. Ganaron la opa y la Recopa -"Es ridículo que nos echen", dijo José Mouriho, ayudante de Robson- pero la Liga, lo más preciado, se escapó.