El PP esperará a que Almunia se asiente para consensuar asuntos de Estado

Los responsables del PP admiten que la convocatoria de la fecha de unas elecciones generales es siempre un arma en la reserva para el presidente del Gobierno, pero su apuesta ahora es que no habrá sorpresas y que se acabará la legislatura. La dirección del grupo parlamentario trabaja con ese punto de mira. El Partido Popular ha convocado, para las dos próximas semanas, a todos los miembros del Gobierno para re. pasar su labor y planificar sus iniciativas futuras con todos sus diputados y senadores.

En septiembre, los populares harán lo mismo para ajustar los presupuestos de 1998 pactando con los nacionalistas y para consensuar grandes asuntos de Estado encallados con el nuevo líder del PSOE, Joaquín Almunia.En el Congreso de los Diputados ha concluido el periodo de sesiones ordinarias, pero los parlamentarios no se tomarán aún vacaciones. Los populares suelen aprovechar estos periodos para afinar sus métodos de trabajo.

Luis de Grandes, el portavoz popular en el Congreso, ratificó esta filosofía al realzar el balan ce del ciclo político concluido: "El Gobierno está por agotar la legislatura y además hay razones para pensar que eso es, posible por el apoyo de las fuerzas nacionalistas moderadas, por que el presidente ha salido reforzado de los últimos debates, como confirman todas las en cuestas, y por que el escenario electoral que en las elecciones de marzo de 1996 parecía un cielo ahora es nuestro suelo". "Por todo ello, es el momento adecuado para poner en marcha nuevas ideas y, por tanto, no para adelantar las elecciones. Ni hay necesidad, ni perspectivas ni se está reflexionan do sobre ello", agregó De Grandes.

Comisiones

En estas circunstancias, la dirección del PP ha optado por atender sus necesidades internas. Los populares han preparado para las dos próximas semanas un total de 24 comisiones, que se celebrarán en la sede del partido para tener más espacio, con distintos miembros del Gobierno. El objetivo es que participen, junto a sus 286 parlamentarios (entre diputados y senadores), todos los ministros, aunque algunos han objetado problemas de agenda. Así, coordinarán las iniciativas que el Gobierno y su grupo parlamentario quieren capitalizar en los debates de los próximos periodos de sesiones.De Grandes también dibuja en sus previsiones para septiembre otro ciclo de relaciones con el nuevo líder del PSOE, Joaquín Almunia. Cree que cambiará la forma y el fondo de los contactos, y que será para mejor. En estos días se han visto y hablado, aunque brevemente, y De Grandes no duda de que la marcha de Felipe González "es irreversible" y de que Almunia se consolidará como líder de la oposición.

El portavoz del PP esperará a septiembre para que el nuevo secretario general socialista se asiente y entonces retomarán las reuniones para pactar grandes asuntos de Estado que están estancados en sus relaciones con el PSOE, como la financiación autonómica o la sanidad. De Grandes ya ha comprobado que ahora el dirigente socialista sí tiene mando en plaza cuando ha consensuado, sin consultar a nadie, aspectos concretos de la recientemente aprobada en el Congreso ley de Ordenamiento Judicial.