Almunia se estrena como líder del PSOE invitando a IU a un frente común contra el PP
Joaquín Almunia se estrenó ayer como timonel del PSOE con un llamamiento directo a Izquierda Unida para construir una alternativa común al Gobierno del Partido Popular. El flamante secretario general socialista abrió la era posfelipista con un discurso en el que dio por sepultada la pretensión del PSOE de ser la "casa común" de la izquierda. En su lugar, Almunia proclamó la aspiración socialista de aglutinar a las fuerzas de izquierda, y a los sectores progresistas en torno a la "causa común" de desalojar al PP del Gobierno. Emplazó explícitamente a Julio Anguita a participar en la búsqueda de "soluciones y estrategias comunes" de la izquierda al estilo, citó como ejemplo, de las experiencias gallega o catalana.
En Galicia, los socialistas y Esquerda Unida-Esquerda Galega concurrirán a las próximas elecciones autonómicas con una candidatura y un programa electoral comunes, merced a un acuerdo que ha levantado las iras de Anguita. En Cataluña, el Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya (IC) negocian estos días una declaración de objetivos programáticos comunes, aunque descartan compartir una candidatura y un programa electoral únicos.Almunia declinó concretar cuál de estos dos u otros modelos de colaboración desearía aplicar a escala estatal. El modelo, dijo, ya se irá definiendo si al final el llamamiento a IU (que fue muy bien acogido de inmediato por los dirigentes del Partido Democrático de la Nueva Izquierda y de Iniciativa per Catalunya) no cae en saco roto.
El sucesor de Felipe González en el puente de mando de la nave socialista emplazó a Julio Anguita a responder si cree que estará mejor junto a un Gobierno de derechas que al lado de un PSOE "que mira al futuro". "Anguita no puede esquivar esta pregunta", retó Almunia en su discurso de toma de posesión ante el pleno del congreso socialista.
Almunia precisó en su discurso que el llamamiento del PSOE al diálogo con las demás fuerzas de la izquierda lo hacía desde "la firmeza en las propias convicciones socialistas". El nuevo líder del PSOE invitó a participar en este proceso a los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales, el movimiento ciudadano y a todas las manifestaciones organizativas progresistas.
"Y con quien más nos gustaría hablar es con quien paradójicamente se llama Izquierda Unida", precisó Almunia sin ahorrarse una clarísima alusión a los problemas internos de la formación de Anguita. "Nosotros ya hablamos a menudo con Diego López Garrido y Nicolás Sartoriuis", prosiguió el heredero de González, "y desde hoy mismo estamos dispuestos a hablar también con Julio Anguita, con Rosa Aguilar y con todas las personas de izquierdas que creen que la derecha pertenece al pasado".
Al término de su discurso, Almunia insistió en conferencia de prensa en su propuesta de negociar una estrategia común de la izquierda de cara a las próximas elecciones generales. Y señaló que si tiempo atrás algún dirigente de Izquierda Unida había deseado "por ingenuidad" que el PP desbancara al PSOE del poder, hoy, tras un año de Gobierno conservador, si alguien se reafirma en aquel deseo desde las filas de IU "ya no será por ingenuidad, sino por complicidad [con el PP]".
Joaquín Almunia emplazó a su propio partido a retomar "la bandera del cambio" de una izquierda plural y abierta frente a una derecha "cutre, mediocre, ramplona, carente de ideas y sin futuro". En aras de ese objetivo, el líder socialista subrayó la necesidad de recuperar la confianza y la ilusión que los ciudadanos habían depositado en la política en los años de la transición. Para ello, agregó, no debe haber lugar en la política para las actitudes deshonestas o torticeras, ni tampoco para el lenguaje ininteligible con el que a menudo disfrazan sus propósitos los políticos.
"Debernos hacer de la gente el centro de nuestra actividad política, hemos de hablar claro, decir la verdad y no refugiamos en palabras que a veces ni nosotros mismos entendemos", proclamó el nuevo secretario socialista.
Reiteró las críticas del PSOE al "autoritarismo, el revanchismo y el abuso de poder" del Gobierno del PP e insistió a sus propios correligionarios en que para apear a la derecha del poder deben contar con más gente que la que milita en las filas del PSOE. "El partido debe abrirse a todos aquéllos con los que tiene objetivos coincidentes", sentenció.
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