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El 'unabomber' catalán, condenado a dos años de prisión

La Audiencia de Barcelona condenó ayer a dos años de prisión a José Miguel Iglesias Aranda, conocido como el unabomber catalán, quien, entre 1991 y 1996 y al estilo de los anarquistas de principios de siglo, colocó en esta ciudad ocho artefactos explosivos de fabricación casera en las oficinas del Inem, sucursales bancarias y sedes de partidos políticos para mostrar su rechazo al Estado.En el escrito de acusación presentado por el fiscal se solicitaban dos penas de ocho años de prisión para Iglesias por un delito continuado de incendio y otro de fabricación de explosivos. Sin embargo, ayer rebajó esta petición a dos penas de un año, dada la "escasa peligrosidad social" del acusado y el hecho de que ya ha pasado casi un ano en prisión preventiva desde que fue detenido el pasado 8 de julio en Barcelona por la Unidad Territorial Antiterrorista de la policía.

La petición del fiscal fue respaldada por el Abogado del Estado, personado en el proceso como acusación y por la defensa, con lo que el juicio quedó visto para sentencia. Una hora después, el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona envió un mandamiento de libertad a la cárcel Modelo, por lo que Iglesias salió en libertad condicional poco después.

"Es un sujeto pintoresco pero poco peligroso", aseguró el fiscal Antonio Vicent al acabar el breve juicio, al que asistieron unas, decenas de militantes y simpatizantes de la CNT, que recibieron con aplausos al acusado cuando entró a la sala de vistas y cuando salió al cabo de cinco minutos. El fiscal considera también que, "en realidad, los delitos que se le atribuyen eran atentados imposibles, porque era un torpe".

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