"La gente tiene poco tiempo en Madrid para ir a la peluquería"

De pequeña quería ser maestra, pero a los 14 años acudió a un salón de belleza "muy vanguardista" y quedó enganchada del olor a champú y laca que allí se respiraba. A partir de entonces, Elena Pérez, canaria de 30 años, tuvo claro su futuro profesional: sería peluquera. "Y de las mejores", asegura ahora. Sabía que si quería triunfar tenía que trasladarse, a la Península, concretamente a Madrid. Aquí lleva una década, y por sus manos y por su salón de belleza, situado en pleno barrio de Chueca, han pasado muchas cabezas, la mayoría de ellas muy famosas. La lista es extensa, pero entre sus clientes habituales se encuentran la actriz Emma Suárez, el bailarín Joaquín Cortés, el tenor Alfredo Kraus o los cantantes Juan Perro, Enya, Marc Almond...Pregunta. Toda esta clientela será muy exigente.

Respuesta. Pues no, precisamente los famosos tienen ya una imagen hecha y no suelen pedir cosas raras. Sólo quieren que les mantenga su estilo, pero nada más.

P. ¿Cuál es su secreto para que la gente confíe en usted?

R. No soy la típica peluquera, suelo asesorar al cliente. Y me gusta que cada uno tenga un toque personal. Pero lo más importante es que haya n buen entendimiento entre el cliente y el profesional. Es fundamental que haya diálogo y comunicación. Lo primero que le pido al cliente es que me explique bien lo que quiere y yo luego le doy mi opinión y le hago las críticas oportunas.

P Pero el cliente siempre tiene razón.

R. A veces. Por ejemplo, yo a lo que me niego y siempre me negaré es a hacer el último corte de la temporada, por que no a todo el mundo le favorece. La moda es importante, pero cada persona tiene un estilo, que creo que hay que respetar.

P. No es fácil llegar a una ciudad y triunfar.

R. He tenido suerte. Vine, a Madrid por casualidad a hacer un curso de peluquería, conocí a mi novio, que es fotógrafo, y me quedé aquí. Ha sido y sigue siendo un camino muy duro. Más de una vez me han dado ganas de tirar la toalla. Y la Comunidad de Madrid la verdad es que no presta mucha ayuda a este tipo de negocios. Con una peluquería sacas lo justo para vivir, pero sin ningún tipo de lujos. Por ejemplo, mi socia se marchó a Los Ángeles y montó allí una peluquería, y se está forrando. Hay clientes que le dejan de propina 50.000 pesetas.

P. ¿Los madrileños gastan poco en peluquería?

R. Les cuesta mucho ir a la peluquería. No suelen tener la costumbre de acudir a la peluquería habitualmente.

P. ¿La gente va bien peinada?

R. Algunos. Lo que ocurre es que en Madrid la gente tiene poco tiempo, y el que tiene o lo invierte en ir a la peluquería. En general, al peinado, los madrileños, no le dan anta importancia como en Barcelona o San Sebastián.