Condenada a dos años de cárcel por poner un locutorio clandestino en casa
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Francisca Acosta Jiménez a dos años de cárcel por haber instalado un locutorio clandestino en su casa, en la calle de la Mandarina (distrito de Ciudad Lineal). La sentencia considera probado que Acosta contrató dos líneas de teléfono para su domicilio a nombre de Jesús C. L. Este hombre declaró durante el juicio que en mayo de 1996 perdió su carné de identidad, hecho que no denuncio ante la policía porque le fue devuelto por una mujer.A través de las dos líneas de teléfono contratadas, Acosta permitió, de mayo a junio de 1996, a otras personas efectuar llamadas internacionales, especialmente a América, a un precio inferior al de las tarifas oficiales.
En apenas una semana estafó a Telefónica 1,4 millones de pesetas por este procedimiento. La sentencia establece que Acosta devuelva este dinero a la compañía.
Durante el proceso, la mujer alegó que ella no utilizó los teléfonos, sino que los cedió a un tercero, al que llamó unas veces Félix Almonte y otras Cubero.
Sin embargo, los peritos que examinaron los cuadernos encontrados en la habitación -que contenían nombres, cifras y números de teléfono- aseguraron durante la vista que la letra correspondía a la procesada.
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