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El paro desciende en EE UU al 4,8%, el nivel más bajo registrado desde hace 23 años

Hay que remontarse a octubre de 1973 para encontrar en EE UU un índice de desempleo como el que dio a conocer ayer el Departamento de Trabajo. La caída deuna décima en mayo con respecto a abril sitúa el porcentaje de parados en un 4,8%. Pero Wall Street desatendió este dato e ignoró el aumento de las presiones salariales, para concentrarse en lo que más le interesaba: la creación de 138.000 empleos en mayo fue inferior a lo previsto y mucho menor que la de abril (323.000). El Dow Jones marcó un nuevo máximo histórico, 7.435,78 puntos, con un avance de 130,49.

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Los mercados vieron en las cifras de paro un respaldo a las previsiones de que la economía está desacelerando su ritmo y que, por lo tanto, no hará falta que suban los tipos de interés. El Dow Jones recogió esta interpretación y dio rienda suelta a la euforia.El Departamento de Trabajo actualizó la estadística de creación de empleo en lo que va de 1997 a una media mensual de 229.000 puestos de trabajo. Ésa es la razón por la que la cifra de 138.000 de mayo se acogió con alborozo entre los inversores, preocupados ante la posibilidad de que la Reserva Federal [banco central] considere en su próxima reunión del 1 y 2 de julio que no hay suficientes señales de enfriamiento y, en consecuencia, aplique el freno de la subida de los tipos de interés.

Sin embargo, de la información hecha pública ayer se deduce que el obstáculo más serio para el mantenimiento de los tipos no está ni en el porcentaje de desempleo ni el de creación de puestos de trabajo, sino en el aumento de cuatro centavos -hasta 12,19 dólares, unas 1.770 pesetas- de la media salarial horaria en mayo.

El incremento de las presiones salariales es considerado por la Reserva Federal uno de los factores que más pueden contribuir a desencadenar presiones inflacionistas a medio plazo, y no hay señales de que se vaya a rebajar la tensión que vive el mercado laboral.

A tres semanas y media de la reunión de la Reserva Federal, que dejó pasar la cita de mayo sin modificar el precio del dinero, las señales son contradictorias: la economía creció un 5,8% en el primer trimestre, pero todos los analistas coinciden en que este ritmo está ya descendiendo y que la media de 1997 oscilará entre el 2,5% y el 3%.

El problema es saber si el enfriamiento es pasajero, cómo Podría desprenderse del aumento de los nuevos pedidos mayoristas en abril, o suficiente, como parecen indicar la desaceleración del empleo en mayo y la moderación del consumo.En el frente que ilustra la impresión de que la actividad económica se frena, el Departamento de Comercio anunció ayer una caída del índice que refleja las existencias de bienes no vendidos. Es una las pistas que se siguen para detectar la marcha de la actividad económica, porque se interpreta como una anticipación a un periodo más debil de ventas y sirve para moderar la actividad industrial.Es la primera vez que se aprecia esta tendencia en los últimos siete meses y coincide con la caída de las ventas al por menor de abril y mayo. La disminución o el estancamiento de la demanda tiene carácter general y afecta al comercio, la construcción y venta de viviendas nuevas y a los sectores del papel, el automóvil y el petróleo.

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