El 'chip' de la discordia

De boca, todos coinciden: la cabeza de los jugadores está situada exclusivamente en la selección, en una victoria ante la República Checa. Pero la cuestión, el tan traído y llevado cambio de chip, no parece tan fácil. Cuatro días han pasado ya los chicos de Clemente en su concentración en Tordesillas, pero sus respuestas no acaban de resultar convincentes. La Liga está a dos jornadas de su final y tiene aún muchos asuntos pendientes de resolución, que afectan directamente a la mayoría de los seleccionados.La porción madridista de la selección, Cañizares, Alkorta, Hierro, Amavisca y Raúl, ha vivido de sobresalto en sobresalto durante el último mes: la Liga virtualmente ganada, el arreón de última hora del Barcelona, los tropiezos inesperados y finalmente otra vez casi la Liga ganada. Sólo casi, queda un punto. Es normal pues que anden como locos porque llegue ese dichoso punto cuanto antes. Pues no, selección, selección, selección. Raúl, a modo de portavoz del grupo, asegura que no existe tal problema: "Gracias al buen ambiente de grupo que reina aquí, no resulta difícil aparcar las situaciones concretas de cada uno. Nos olvidamos de lo anterior, de los clubes, y pensamos sólo en la selección".

Abelardo, uno de los barcelonistas concentrados, ha vivido el proceso contrario que sus compañeros madridistas, pero igual de sobresaltado. Tal vez, porque llega de un suceso claramente negativo, "volver a perder opciones en una Liga que se nos había puesto a tiro de forma inesperada", reconoce más dificultades para situar el pensamiento en la República Checa: "Ya han pasado seis días, pero lo sigo llevando mal. Hay que tratar de olvidar y centrarte en el importante partido de mañana, pero no es fácil de llevar. No queda otro remedio que pasar página".

Su compañero Amor, lo lleva mejor. Hasta el punto que considera que hablar de la Liga con la mayor naturalidad posible, "y reconocer los errores abiertamente", es la mejor forma de desdramatizar y favorecer el citado cambio de chip. Amor reconoce que la lucha por el título ha sido un tema muy comentado entre los seleccionados: "Aquí no hay ninguna conversación tabú". Con la certeza de tenerlo mucho peor que el Madrid de cara a esa pugna, Amor sí cree tener licencia para la presión cariñosa: "En plan de broma, a los madridistas les recordamos que la Liga aún no ha acabado".

La lucha por el título no es la única cuestión que puede alejar la cabeza de los seleccionados del partido ante los checos. El Betis (aquí están Alfonso y Ríos) lleva más de un mes que no procesa otra cosa que Copa del Rey. Al Athletic (Urzaiz y Guerrero) le queda el último peldaño para asegurarse una plaza UEFA. Y el Oviedo (Oli) sigue en peligro de promoción. Sólo los jugadores del Atlético (Kiko y López), Deportivo (Manjarín) y Valencia (Zubizarreta) llegan con todo el pescado vendido.

Lo cierto es que el calendario no ha sido benévolo con los futbolistas, obligados a mirar a la selección cuando más obsesionados estaban con los intereses de sus equipos. Pero Clemente sigue tranquilo. El miércoles, en conferencia de prensa, lo dejó claro: "Los jugadores ya han cambiado el chip de la Liga por el de la selección". Como si fuera tan fácil.