Un negocio en la periferia
La mayoría de los talleres de confección chinos intervenidos por la policía en los últimos años por emplear a inmigrantes irregulares en condiciones insalubres se encuentran en barrios de la periferia. Sobre todo en Usera y Puente de Vallecas.Buena parte de estos locales desmantelados vuelven a abrir, e incluso, si la intervención de los agentes no va unida a la de los inspectores laborales, nunca llegan a cerrar. Cada operación finaliza con detenciones. A veces, de los responsables del negocio y, casi siempre, de inmigrantes hallados sin papeles. Su producción, más barata por las malas condiciones laborales, a veces inhumanas, va destinada a empresas españolas.
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