La OIT quiere una "etiqueta social" para los países que respeten las normas laborales
El director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Michel Hansenne, volvió a lanzar ayer, durante la sesión de apertura de la 85 conferencia de la organización, la idea de una "etiqueta social mundial" para acreditar qué países respetan los derechos humanos y laborales de los trabajadores. La etiqueta, según la propuesta del ex ministro de Trabajo de Bélgica, tendría "únicamente un carácter informativo".
Este procedimiento es rechazado por los países menos desarrollados, que lo consideran una argucia de las potencias industriales para proteger sus mercados.Hansenne recordó a los 3.000 delegados de 174 Estados miembros del organismo de las Naciones Unidas para las cuestiones laborales que esta iniciativa de la OIT tiene dos antecedentes: la cumbre mundial sobre desarrollo social, que se celebró en Copenhague en 1995, y la conferencia de ministros de Comercio que se llevó a cabo en 1996.
Agregó que la reunión de la Organización Mundial de Comercio de Singapur, en diciembre pasado, renovó el compromiso de los países miembros de observar las normas laborales fundamentales internacionalmente reconocidas.
El máximo responsable de la Organización Internacional del Trabajo calificó dichos pronunciamientos como "invitaciones" que han sido aceptadas por el organismo que dirige. Por ello, pidió a la asamblea que adopte una declaración solemne mediante la cual se reafirme el respeto universal de los derechos humanos de los trabajadores.
"Simplemente, lo que queremos es que ellos [los 174 Estados miembros] renueven su compromiso en favor de ciertos principios esenciales inherentes a los valores de la OIT, que han aceptado voluntariamente al convertirse en miembros de nuestra organización", indicó.
Hansenne insistió en no confundir su propuesta de "etiqueta" con la idea de una cláusula social, que "subordinaría la libre circulación de mercancías y servicios al respeto de ciertas normas sociales". Según el principal responsable de la OIT, "un sistema tipo etiqueta social sólo busca proporcionar una información, pero sin introducir restricción alguna en este sentido, ni afectar la libertad de cada uno", explicó.
El director de la OIT consideró que su propuesta es más metodológica que normativa. "Debe quedar claro que se trata de una reflexión a largo plazo y que nosotros no proponemos soluciones completamente hechas, sino más bien un procedimiento. Sí me parece esencial", agregó, que la OIT no esté ausente de un debate crucial para el futuro de las relaciones comerciales e industriales multilaterales".
[La propuesta de "etiqueta social" será rechazada por un grupo de países en desarrollo, que la consideran "una cláusula social encubierta" y "una forma de proteccionismo de las naciones industrializadas", según fuentes diplomáticas de países en desarrollo que participan en la conferencia, informa Efe.
Este grupo de países, 17 hasta el momento, está encabezado por grandes naciones en desarrollo como China, India, Pakistán, Egipto y Brasil, seguidas por otros países como Indonesia, Malaisia, Singapur, Perú, Colombia, Filipinas, Marruecos o Tailandia.
Esos países se declaran preocupados por los intentos de "vincular el comercio con las condiciones laborales" y redactan ahora un contraproyecto en el que proponen otras alternativas.
Un diplomático latinoamericano explicó que "la etiqueta social está dirigida a los consumidores occidentales y legitima la utilización de las normas laborales con fines proteccionistas".
Estos países también rechazan las inspecciones internacionales propuestas por Hansenne, pues convertirían a la OIT en un órgano de vigilancia, algo para lo que no fue creada, según su opinión, ya que el cumplimiento de los convenios laborales internacionales es una cuestión interna. La conferencia de la OIT se clausurará el próximo 19 de junio].
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