Bruguera y Blanco, en cuartos de final

Nada hacía suponer que el tenis español recuperaría el tono en el torneo de Roland Garros y colocaría a dos representantes en los cuartos de final. Cuando ya empezaban a llegar los pésames por la pérdida de los bastiones de la quinta de la ilusión, resurgió la furia de un viejo campeón y encontró un excelente escudero en un tenista que pudo perderse. Sergi Bruguera, vencedor en París en 1993 y 1994, se puso el traje de gala y dejó fuera del torneo al campeón de 1989, Michael Chang. Junto a él, el asturiano Galo Blanco, que sorprendió al checo Petr Korda, se clasificó también para la ronda de los últimos ocho.De esta forma, el tenis español recuperó el tono que había alcanzado en 1994 y 1995 cuando situó a dos jugadores en los cuartos de final. La gesta, sin embargo, no es despreciable. Y basta con echar una ojeada a la historia para darse cuenta de que en toda la década de los ochenta y hasta que Bruguera logró su primer triunfo en 1993, sólo dos españoles habían alcanzado este eslabón del torneo parisino: Higueras (1981 y 1982) y Emilio Sánchez (1988).

La recuperación de Bruguera cayó como una bendición, tras el descalabro general vivido por los abanderados de la última generación. Sergi alcanzó su mayor tono en el momento preciso, cuando más lo necesitaba. Jugó con seriedad sus tres primeros partidos en París, pero en ellos se enfrentó a tenistas con un ránking superior al 65. Sin embargo, ayer tenía una piedra de toque para calibrar cuál era su estado actual.

Se enfrentó a Michael Chang, a quien había ganado este año en su ascenso hacia la final de Cayo Vizcaíno, y el balance final no pudo ser más positivo. "Mentalmente aún no estoy al mismo nivel que antes", confesó Sergi tras celebrar su triunfo. "Pero esta victoria me ha dado confianza. Es evidente que pienso en ganar el torneo, sino ya estaría en casa viendo la tele", agregó.

Contra Chang Sergi mostró la mejor cara de sí mismo. Comenzó aIgo tenso y más preocupado por el juego de su rival que por sus propios errores. Hasta que se calmó. "Eso se produjo cuando ya había perdido la primera manga y logró romperle el saque por primera vez en la segunda", confesó el jugador barcelonés. Con 6-3 y un break abajo en la segunda manga, las cosas pintaban mal para el español. Chang tuvo incluso una bola para el 3-0 en la segunda manga. Pero en vez de eso, se encontró con igualdad a dos en el marcador.

Aquel fue el punto de inflexión del partido. Y la preocupación del americano fue tal que incluso su hermano perdió los nervios y se dirigió desde la grada a Sergi y a su padre para increparles. A partir de ahí comenzó a verse una inversión de los términos. Bruguera tomó posesión de la pista y fue anulando la personalidad tenística del número dos mundial. Chang, ganador este año de cuatro torneos, perdió la segunda manga en 50 minutos, y después la tercera con claridad en 41. Y acabó en la cuarta -43 minutos- su recorrido por este Roland Garros. "En el primer set me plañía demasiado pensando en lo que podía haber hecho y no hice. Pero cuando me centré en mi juego, me divertí y gané. No creo que esté en mi mejor nivel, pero he calmado un poco mi ansia de ganar", explicó Sergi, de 26 años. Su mejor resultado en tierra este año fueron los cuartos de final de Hamburgo.

La ascensión de Galo Blanco fue aún más impensable. Llegó a París tras haber ganado un partido en los seis torneos que había disputado este año. Y ayer, logró la victoria más importante de su vida frente a Korda (30 mundial).