Una procesión alfombrada y pasada por agua
El chaparrón cayó ayer sobre Brunete cuando el párroco salió de la iglesia con la custodia. Pero la lluvia no amilanó a los fieles, que siguieron al párroco bajo sus paraguas (en la imagen) para atravesar las alfombras de arenas de colores que los chavales -como cada año desde hace 15- habían confeccionado sobre la calzada. Un grupo de 12 jóvenes se empleó a fondo desde las tres de la madrugada hasta las once de la mañana para que la calzada estuviera artística. El agua deslució su obra, informa Arantxa Garcia de Sola.
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