El Consejo Fiscal elige hoy al sustituto de Aranda en la Audiencia Nacional

Consejo Fiscal, órgano asesor del fiscal general del Estado en materias de la carrera, se reunirá a las 10.30 de hoy para elegir al fiscal de la Audiencia Nacional. Al cargo, qué, está vacante desde la moción fulminante de José Aranda en enero pasado por orden del stituido fiscal general del Estado Juan Ortiz Úrculo, concurren tres candidatos: el fiscal del Tribunal Supremo Francisco Javier Cebrián día; el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, y el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño.

Era que el actual fiscal del Estado, Jesús Cardenal, pueda proponer al Gobierno a uno de los tres candidatos, éste deberá ser ascendido previamente a la categoría fiscal de Sala del Tribunal Supremo. El candidato debe reunir seis votos, dado que el fiscal general suele votar con la mayoría.La Asociación de Fiscales, con nueve miembros en el Consejo Fiscal -ocho elegidos y el teniente fiscal del Supremo, José Aparicio-, tiene la llave del nombramiento. Sobre el papel, Francisco Javier Cebrián, sin levantar gran entusiasmo, al menos no suscita rechazo de los otros dos candiatos, el sancionado Eduardo Fungairiño, y el fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, un fiscal con grandes dotes de ando pero pocas simpatías en s filas del PP.

Fungairiño, líder del grupo de los indomables, apoyó la rebelión de éstos contra el fiscal jefe José Aranda cuando éste presentó la querella contra Mario Conde en contra de la opinión de este grupo. Tras una inspección en la Audiencia Nacional, Fungairiño fue expedimentado por haber encargado un informe a la Policía que luego no fue aportado al juzgado ya que, según este fiscal, la prueba no servía para apoyar las tesis de la fiscal María Dolores Márquez de Prado, que pedía el procesamiento de un etarra cuyas huellas no constaban en el lugar del atentado.

La conducta de Fungairiño fue considerada como "falta muy grave" por el instructor del expediente, que propuso un mes de sanción para él, y que el depuesto fiscal general Ortiz Úrculo rebajó a "falta grave" castigada con 50.000 pesetas de , multa.

Según fuentes del ministerio fiscal, la sanción de Fungairiño por una falta grave le inhabilitaría para ser elegido, ya que en esta materia rige como supletoria la Ley Orgánica del Poder Judicial, que no considera elegibles para presidentes de Audiencia a magistrados que hayan sido sancionados y cuyas faltas no hayan sido canceladas. El cargo de fiscal jefe es equiparable al de presidente de Audiencia.

Fungairiño tiene como único activo a su favor el de ser el candidato predilecto del Gobierno, que con su nombramiento se aseguraría una excelente acogida a cuanta denuncia impulsase en el ámbito de la Audiencia.

Previsiblemente, será postulado para el cargo por el nuevo fiscal general, Jesús Cardenal. Pero según las fuentes consultadas, su candidatura, presentada por segunda vez después de no haber obtenido ningún voto la primera y contraviniendo sus propias manifestaciones de no presentarse si era sancionado, ha sido considerada como "una provocación" en medios de la carrera.

Javier Cebrián, de 63 años, es fiscal de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo y ha sido magistrado de Trabajo durante gran parte de sus 35 años de carrera. Es el candidato que cuenta con mayor antigüedad, aunque tiene menor experiencia en el ámbito penal que los otros dos aspirantes. Jurista de prestigio, no se le vincula con ninguna corriente política.

Mariano Fernández-Bermejo, que tiene categoría de fiscal del Tribunal Supremo es el mejor considerado por la carrera fiscal por sus dotes de mando sobre los 150 fiscales que tiene a su cargo. Esa cualidad, según diversas fuentes, es considerada idónea para hacerse cargo en estos momentos de la fiscalía de la Audiencia Nacional, por lo que podría incluso obtener más votos que los de los dos afiliados a la Unión Progresista de Fiscales, a la que pertenece. Sin embargo, su nombramiento, salvo sorpresas, parece casi descartado, por haber sido asesor del ministro socialista Fernando Ledesma.

Ante las dificultades que entraña la designación, fuentes del Consejo indicaron que no sería de extrañar que el nombramiento quedase desierto y se abriese un nuevo plazo para una tercera presentación de candidaturas.