El Logroñés confirmó el descenso
El paso de la Liga, la eternidad del campeonato, lleva desde hace ya varias jornadas desdibujando la personalidad de los equipos. No es una novedad toparse con encuentros en los que el conjunto que más se juega, ayer el Oviedo en su intento por confirmar la permanencia en la Primera División, deslice sobre el césped una apatía incomprensible.Esas circunstancias se produjeron nada más iniciarse la segunda parte cuando Megía Dávila enviaba a los vestuarios al lateral del Logroñés Sotero por doble amonestación. Con un jugador menos, el Logroñés rindió su fútbol, de más calidad hasta esos momentos, para intentar cerrar la puerta de atrás.
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