Rajoy no asume la propuesta de Pujol para quen los impuestos especiales financien la sanidad

El Gobierno no llevará ninguna propuesta concreta para mejorar la financiación de la sanidad cuando, el próximo miércoles, se reúnan los ministros de Economía y de Sanidad, Rodrigo Rato y José Manuel Romay, con los consejeros de la Generalitat, Maciá Alavedra, y Eduard Rius, según dijo ayer en Barcelona el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy. Según el ministro, aún es pronto para que el Gobierno tenga una propuesta cerrada, y antes de elaborarla debe consultar no sólo con sus socios, sino con todos los partidos. Rajoy se desmarcó de las ideas que se han lanzado estos días para incrementar los ingresos sanitarios, como. la subida de impuestos especiales, que es la que apuntó Jordi Pujol el viernes en La Moncloa.

La posición de Rajoy parece confirmar los temores de CiU de que el Gobierno pretende prolongar las negociaciones para mejorar la financiación sanitaria -que afecta a todas las administraciones con competencias en sanidad, según figura en el pacto de investidura- de forma que el PP pueda utilizarla como prenda para garantizar el apoyo nacionalista a los presupuestos de 1998.Rajoy destacó que una cosa es reconocer que la sanidad española necesita más dinero y otra muy distinta encontrar la financiación extraordinaria que se precisa sin contradecir los objetivos de reducir el déficit. El ministro reconoció que éste es un "tema difícil".

El ministro, que viajó a Barcelona para firmar un convenio con la Generalitat, destacó que por encima de la existencia de pareceres diferentes entre el Gobierno y CiU, lo importante es que tras la entrevista entre Pujol y Aznar el viernes "se ha reforzado el pacto" y se ha "garantizado la estabilidad", porque los objetivos comunes, en política económica europea, "se han ido cumpliendo razonablemente bien". Lo importante es incidir "en lo que nos une y no en lo que nos separa

agregó.

El consejero de la Presidencia, Xavier Trias, que compartía con Rajoy una rueda' de prensa en la Generalitat, restó importancia a que en la reunión entre Aznar y Pujol no se hubieran resuelto todos los temas pendientes. "Estas reuniones sirven sobre todo para crear un clima y para que se produzcan acercamientos, pero no para cerrar acuerdos en temas que ni uno ni otro tienen por qué dominar. El presidente Pujol me ha dicho que el clima de la reunión fue bueno", declaró Trias, quien se manifestó convencido de que se llegará a un acuerdo en materia sanitaria.

El viernes en la Moncloa Pujol se encontró con un Aznar fortalecido por los éxitos en política económica y europea y poco dispuesto a decir que sí a todo lo que sus socios catalanes le plantean. Sus resistencias se centran en aquello que no figura en el pacto de investidura, como la polémica de la televisión digital. El presidente catalán pudo comprobar que la posición del PP a favor de la retroactividad de la llamada ley del fútbol es estratégica y casi irreductible.

Aunque Pujol pasó de puntillas sobre ello, fuentes nacionalistas dan por hecho que el presidente catalán puso sobre la mesa en su encuentro con Aznar su desacuerdo y malestar por la contribución del Gobierno en la creación de un clima de crispación política. El presidente catalán llevaba en el bolsillo, y lo mostró a los periodistas, un teletipo de la agencia Efe que decía que él había comunicado a los diputados nacionalistas que se creía más a Miguel Ángel Rodríguez, portavoz del Gobierno, que al presidente de Antena 3, Antonio Asensio, en la polémica sobre las amenazas recibidas por este empresario tras firmar con el grupo PRISA y TV-3 un acuerdo para compartir los derechos de televisión sobre el fútbol. Se trataba de una "intoxicación", señalaron fuentes de la Generalitat, que atribuyeron su autoría a medios de la Moncloa. El hecho de que Pujol llevara el teletipo encima cuando acudió a la Moncloa da a entender que se lo habría mostrado a Aznar para recriminárselo. Pujol mantiene públicamente que él no se inclina ni. por la versión de Rodríguez ni por la de Asensio.

Los partidos de la oposición catalana coincideron en calificar de "absoluto fracaso" para Cataluña la entrevista de Pujol con Aznar. Los portavoces compararon esta entrevista con la que mantuvo el PNV con el presidente del Gobierno, en la que los nacionalistas vascos consiguieron todos sus objetivos. Para los partidos de la oposición en Cataluña, Pujol ha parado las críticas a cambio de nada.

El primer secretario del PSC, Narcís Serra, reprochó a Pujol haber perdido una ocasión "única" para demostrar "que es un político que quiere la democracia". En un momento en que, en opinión de Serra, hay "pruebas abrumadoras" de falta de democracia y de abuso de poder en la acción del gobierno del PP, el presidente de la Generalitat debería, a su juicio, haber aprovechado el encuentro para supeditar la continuidad del pacto de gobernabilidad a "un cambio de actitud" del PP. "Pujol no lo hizo, por lo que ha pasado de apoyar al Gobierno del PP a ser cómplice de las actuaciones contrarias a la democracia que practican los populares", dijo.

Pujol, según Serra, "ha traicionado el servicio a los ciudadanos de Cataluña y no ha contribuido al buen funcionamiento democrático del país", al no exigir al PP que acabe con sus actitudes "abusivas y autoritarias" para seguir ofreciéndole su apoyo".