Los reyes de Europa
Los clubes españoles constatan su calidad al ganar 16 títulos continentales en los últimos 13 años
Hay razones para afirmar que la Liga española es la más potente del mundo. Los 16 títulos europeos que se han adjudicado los clubes españoles en los últimos 13 años constituyen un aval incontestable a esta tesis. Pero también es incuestionable que esa explosión del balonmano español ha sido potenciada por la presencia de los mejores jugadores extranjeros del mundo, desde que se produjo la diáspora en la Europa del Este.Nada habría sido lo mismo si el telón de acero no se hubiera fundido. España hubiera seguido luchando para hacerse un hueco en la élite del balonmano internacional, pero difícilmente habría alcanzado las cotas en las que actualmente se mueve. Las razones son obvias: por una parte, las competiciones continentales habrían seguido dominadas por los potentes equipos del Este; por el otro, los clubes españoles no habrían podido reforzarse de forma tan significativa.
Hay datos evidentes: de los 18 títulos -dos se lograron antes de 1994- europeos del balonmano español, 11 se han ganado desde 1990, y entre ellos los cinco de la Copa de Europa. Y en esos años han pasado por España jugadores tan destacados como Veselin Vujovic -considerado el mejor del mundo-, Talant Duishebáev -dos veces el mejor mundial-, Mijaíl Iakimovic, Nenad Perunicic, Bogdan Wenta, Zlatko Portner, Veselin Vukovic, Eduard Medvedev, Vasile Stinga, Maricel Voinea, Andréi Tiumencev, Viatscheslav Atavin, Andréi Chepkin, Ígor Butulija, Yuri Nesterov, Dragan Skrbic y los suecos Mats Olsson y Thomas Svensson -considerados los mejores porteros del mundo-, entre muchos otros.
El mayor mérito de los clubes españoles fue haberse preparado para poder asumir económicamente todo este potencial de jugadores. y espabilarse para conseguirlos. Porque esta avalancha de figuras no sólo mejoró sustancialmente a los equipos españoles, sino también al resto de los jugadores. Su llegada abarató los precios de mercado y obligó a un rendimiento superior- de los jugadores nacionales para ganarse el puesto. Las consecuencias de todo ello fueron rápidas. El nivel de los equipos económicamente más débiles subió, porque por poco dinero pudieron fichar a extranjeros de calidad.
El nivel competitivo ascendió de forma vertiginosa, pero las estructuras económicas de los clubes no evolucionaron de forma similar. Y al final, las grandes distancias económicas que separan a unos y a otros se han vuelto a hacer patentes. De los 1.500 millones de pesetas que mueve la Liga Asobal, más de la mitad se concentran en cuatro clubes: BarQa, Caja Cantabria, Elgorriaga -ahora con problemas por el abandono de su patrocinador- y Prosesa Ademar.
Y algunos de ellos ya no pueden soportar el gasto que supone mantener el nivel de sus plantillas. El gigante alemán -la Bundesliga mueve 4.500 millones- está amenazando la preponderancia de la Liga española. En los últimos años se ha llevado a varios jugadores importantes, como Wenta y Jovanovic, y la próxima temporada contará con Duishebáev, Perunicic, Atavin y Skrbic.
La Bundesliga quiere arrebatar el cartel de mejor liga del mundo al balonmano español. Pero eso es algo que deberá demostrar en las copas europeas. Por el momento, España le sigue ganando la partida tanto en el continente como en el mundo: Alemania ni se ha clasificado para el Mundial de Japón y el grupo de Juan de Dios Román aspira a ganar el oro.
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