La contradicción de correr en casa.

Álex Crivillé (Seva, 1970), subcampeón del mundo de 500cc y principal aspirante arrebatarle el título a su compañero de equipo en Honda, Mick Doohan, explica sus sensaciones ante la carrera de hoy en el circuito de Jerez, en la que es la principal atracción.

Correr en Jerez no es diferente a hacerlo en otros circuitos, pero al mismo tiempo correr el gran premio de casa sí que es distinto. Sé que parece una contradicción, pero me explicaré.Como piloto, la pista no te da ventajas si eres local, y tengo prácticamente la misma experiencia en otros circuitos. En cambio, lo que es importante es poder dar muchas vueltas para poner la moto a punto, y en ese sentido, durante los entrenamientos para el gran premio hemos tenido desventaja porque esta temporada, en invierno, nuestro equipo no se entrenó en Jerez.

Todo el mundo me pregunta si siento más presión. Es una de las diferencias de correr en casa. Desde que volví de Japón he contestado muchas veces que no, que la presión la pongo yo porque quiero ganar, pero no sólo aquí, en cualquier carrera. Lo que es distinto en España y en Malaisia es la atención de la gente y de los medios de comunicación. Dedicando tiempo a los aficionados, a los patrocinadores y a la prensa, casi no tengo tiempo para nada.

Quiero ganar este gran premio, pero también voy a intentar hacerlo en Italia y después en Austria, y en Holanda, y... Sin embargo, hay que mirar al objetivo final, que es el título mundial de 500cc, y lo interesante es sumar puntos. No quiero que pase lo de 1996, cuando me caí en la última vuelta por querer derrotar a Doohan. O como pasó en Australia, cuando caímos Mick y yo. Todo aquello está olvidado, son cosas que pasan en las carreras, pero no quiero que se repita.

Ver tanta gente esperando tu éxito te anima, pero creo ser lo suficiente frío y saber concentrarme sobre la moto para superarlo. También me gustaría que el público tuviera un buen comportamiento con Doohan. Es mi rival, pero sólo en la pista. Cuando bajamos de la moto nos tenemos respeto. Estos días no lo ha pasado bien porque su padrastro, que es su hombre de confianza, tuvo un problema de salud. Mi novia, Anna, y yo les ayudamos en lo que pudimos, y como al final no ha sido muy grave, creo que no le afectará.

En definitiva, espero que se vea una buena carrera y que yo esté luchando por la victoria. El público se lo merece.