'Reformazo'

De que el señor Anguita y algunos sindicatos nacionalistas no están solos en sus críticas hacia la reforma laboral puedo dar fe por mi condición de representante legal de trabajadores y afiliado a¡ sindicato UGT, en el que, habiéndose celebrado asambleas de delegados, éstos se han manifestado mayoritariamente en contra de dicha reforma. Seguro que si las direcciones de los sindicatos favorables al acuerdo tuvieran la valentía de consultar a las bases y la decisión de éstas fuera vinculante, la reforma laboral no se firmaría en los términos en que está pactada.Los señores Méndez, Gutiérrez y demás dirigentes sindicales que han negociado la reforma hacen un acto de fe puro y simple cuando afirman en sus manifestaciones que este acuerdo significará más empleo estable para los trabajadores. Creer que los empresarios se van a lanzar a realizar contratos indefinidos por el mero hecho de que su despido es más barato con este acuerdo, cuando seguirán teniendo a mano los contratos de obra o servicio, los de circunstancias de la producción (ambos tienen cero pesetas de indemnización) o pudiendo recurrir sin cortapisas a las ETT, es como creer en los Reyes Magos.

Pero es que, además de abaratar el despido, los negociadores sindicales se han avenido incomprensiblemente a lo que para ellos es una mejor clarificación de las causas objetivas del despido, introduciendo en el artículo 52.c del ET el parrafito "para superar las dificultades que impidan el buen funcionamiento de la empresa, ya sea por su posición competitiva en el mercado o por exigencias de la demanda, a través de una mejor organización de los recursos". A buen seguro que más de un empresario tendrá la tentación de utilizar esta clarificación para deshacerse de los trabajadores más antiguos-