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Tribuna:ESTAMPAS COTIDIANAS.
Tribuna
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El titulo caerá

Hay situaciones en la vida que te ayudan a tomar decisiones. La final four de Roma es una de ellas. En mis planes ya comtemplaba la posibilidad de que, de haber conseguido el título, podía haber decidido retirarme. Pero ahora, en estas circunstancias, tengo claro que voy a dejar de lado cualquier tipo de proyecto. Deseo continuar jugando para tener la opción a estar en otra final y ganarla. No es un tema exclusivamente personal, aunque tengo muchas ganas de desquitarme de esta derrota. Hay que hacer justicia a una generación de j9gadores del Barcelona. Yo soy, por decirlo de alguna manera, el relevo. Hubo una generación que hizo historia en el baloncesto español y europeo. Ahora hay otra generación y yo me he planteado este reto.La primera vez que perdimos en las semifinales de Múnich pagamos la novatada. Teníamos un equipo muy fuerte. Era la generación de Nacho Solozábal, Epi, Chicho Sibilio, Audie Norris, Trumbo y yo mismo. Lo que recuerdo es que entonces me dije que siempre volvería de una final four con la cabeza bien alta, pasase lo que pasase. Es lo que trato de llevar a la práctica hasta las últimas consecuencias. Esta vez me sucede lo mismo. Estoy triste porque el equipo no ha conseguido su objetivo. Yo he estado en cinco de las siete ocasiones que ha tenido el club para lograr su objetivo en esta competición, las mismas que Epi porque no competí en Ginebra 84. Estoy triste pero con la cabeza bien alta. He hecho todo lo que he podido.

La final four de Roma la afrontábamos muy bien. Aún sin jugar muy bien contra el Villeurbanne en la semifinal y en la primera media parte contra el Olympiakos, estábamos ahí. En el aeropuerto de Roma me preguntaba un periodista griego qué nos había pasado. Le dije que lo mismo que le sucedió al Olympiakos en la primera parte. Ellos estaban KO. Cometimos el mismo error que cometieron ellos al principio. Estuvieron muy nerviosos mientras que nosotros actuamos con tranquilidad. Pero después, no se por qué razón, nos pusimos nerviosos, empezamos a precipitamos. Rivers tomó la batuta y a partir de ahí... Teníamos mucho miedo a sus pívots, muy grandes y muy fuertes, pero no fueron tan decisivos como Rivers. Jugué la final con muchas ganas. Sabía que, en parte por ser el capitán y en parte por ser el jugador con más experiencia, tenía la responsabilidad de no fallar porque de alguna manera tenía que ser un punto de referencia. Si los compañeros te ven derrumbado, se podían derrumbar. Desde el momento en que asumes la capitanía asumes otras responsabilidades. En este sentido trato de seguir el ejemplo de dos buenos maestros como Solozábal y Epi.

Todavía tenemos la opción de dar el do de pecho en la Liga ACB. Ahora se trata de lograr que la rabia acumulada por la derrota se canalice hacia ese otro objetivo en lugar de compadecemos a nosotros mismos. Hay muchos seguidores que me estimulan. Esa gente y el club, que ya ha perdido siete veces la ocasión de ganar el título europeo, se lo merecen. Yo lo asumo y cuando se acerca esa gente les aseguro que el título caerá. El año que viene la final four es eri Barcelona. Pueden contar conmigo. Tengo la máxima ilusión.

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