Borrell pedirá al congreso del PSOE más poder del Estado y control del mercado

El ex ministro de Obras Públicas y Transportes José Borrell no se resigna a que sus postulados no puedan ser discutidos por los militantes del PSOE en el próximo Congreso de junio, una vez que sus enmiendas a la ponencia-marco fueran rechazadas en el último Comité Federal, el 1 de marzo. Ahora ha presentado un paquete de propuestas alternativas a la versión oficial, cuya característica es la de situarse a la izquierda de lo aprobado por la dirección. Borrell desacraliza el papel del mercado por cuanto que no satisface las necesidades básicas de los ciudadanos y aboga por el papel fundamental del Estado para conseguir la equidad social.

En estos días, están llegando a la sede federal del PSOE en Madrid enmiendas de todas las federaciones, unas a título individual y otras con el sello regional o de nacionalidad. La tendencia general es la de admitir todas las propuestas para que nadie se sienta discriminado y todo pueda ser discutido en el" 34º Congreso. José Borrell ha presentado un paquete importante de medidas económicas que enmiendan numerosos apartados de la ponencia-marco.El hilo conductor de todas ellas supone una matización importante a las referencias que oficialmente sus compañeros de la dirección del partido hacen al papel del mercado y al del Estado. "Los socialistas democráticos creemos que el mercado es el instrumento más eficiente para la producción de mercancías; pero también ha demostrado que no es el instrumento adecuado para satisfacer necesidades, desde la vivienda hasta la salud, que constituyan derechos de la persona".

Dado que la ponencia-marco está repleta de conceptos tales como. "competitividad" y "desarrollo sostenible", Borrell pone el contrapunto colocando al lado de estos conceptos los de cohesión social, solidaridad e igualdad.

Borrell escribe que cohesión social y competitividad no son opciones alternativas sino complementarias y que el proyecto político del socialismo democrático "pretende conseguir que ambas avancen apoyándose mutuamente".Crecimiento con equidad

Una y otra vez, remacha los ideales por los que debe luchar un partido como el suyo e intercala en el lenguaje pragmático de la ponencia-marco párrafos como éste: "Para los socialistas, el acceso al trabajo, la educación, la seguridad frente a la vejez y a la enfermedad son derechos tan irrenunciables como lo es la libertad de expresión".

Desde su perspectiva el crecimiento económico necesita estar encauzado por la equidad, por lo cual "el papel del Estado sigue siendo muy importante".

Algunas de estas enmiendas fueron defendidas y rechazadas en el Comité Federal del pasado 1 de marzo, en el que se produjo un vivo debate", según los asistentes, entre el coordinador de la ponencia, Joaquín Almunia, y el propio Borrell.

A juicio de Almunia, en esos momentos quienes les escucharon vinieron a decir que, aunque con lenguaje diferente, el texto oficial no decía cosas muy diferentes de las propugnadas por Borrell, que no dudó en calificar de "moderado", desde la perspectiva ideológica, el texto qué fue aprobado por el órgano de dirección del partido.

Un bloque importante de enmiendas ha llegado también a la sede federal firmadas por el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Juan Barranco.

El ex alcalde de la capital hace un desarrollo de lo que deberá ser el Pacto Local y deja claro su idea de fortalecer el poder de los alcaldes, con fórmulas que le permitan una gestión menos condicionada por el conjunto de concejales que, en muchas ocasiones, componen un consistorio muy fragmentado con serias dificultades para el gobierno de los municipios.

Como propuesta novedosa, pretende que su partido apoye la dependencia y el control de las Fuerzas de Seguridad del Estado para los alcaldes. También propugna la creación del juez de paz municipal y, en el caso de las grandes ciudades, también de barrio y de distrito.

La necesidad de que tanto el Estado como las comunidades autónomas transfieran recursos económicos a los ayuntamientos le parece a Barranco una exigencia irrenunciable.