Un sargento mata de un tiro en el pecho a un cabo de reemplazo en un refugio de Candanchú
"El sargento le dio la pistola al cabo Samuel, y le dijo. '¡Apúntame a la sien y aprieta el gatillo!'. Samuel se negó y él preguntó: '¿Por qué no?'. Samuel contestó: 'Porque usted no se lo merece, es una buena persona'. [El sargento] cogió la pistola y le preguntó: '¿Y tú?'. Se oyó un disparo y Samuel cayó al suelo". Uno de los 20 soldados concentrados el viernes en el refugio de Candanchú por el sargento Juan Carlos M. relató así ayer a la cadena SER el incidente en el que murió el cabo de reemplazo Samuel Ferrer Caja, de 19 años, víctima de un tiro que el suboficial le descerrajó en el pecho. El sargento, de la compañía de esquiadores y escaladores de Jaca (Huesca), había estado bebiendo antes de los hechos.
El ministro de Defensa, Eduardo Serra, confirmó esta misma madrugada los hechos, ocurridos en el refugio del acuartelamiento de Candanchú a las 0.45 de ayer, y aseguró ante los micrófonos de la SER que un juez militar abrirá una investigación "exhaustiva y perentoria" sobre la muerte de Samuel Caja. "Nadie debe tener miedo a decir la verdad", añadió el ministro.Al padre de la víctima, que se trasladó ayer desde Cuenca al citado acuartelamiento, se le dijo en un primer momento que su hijo había muerto al terciar en una discusión entre otros dos compañeros.
Según el relato de los testigos, el sargento Juan Carlos M. había estado en la cantina en las horas previas al suceso ingiriendo gran cantidad de bebidas alcohólicas. A última hora de la noche del viernes, el suboficial, con evidentes signos de embriaguez, concentró a una veintena de soldados de la compañía de esquiadores y escaladores en el refugio de Candanchú.
Tras proyectar a los soldados un vídeo promocional de las fuerzas armadas, pese a ser una hora intempestiva, el suboficial obligó a los reclutas a hacer flexiones y gritó diversas consignas. "Decía '¿Tenéis miedo? ¿tenéis miedo a la muerte?' Nosotros contestábamos que no. También gritaba que los esquiadores éramos los mejores", recordaba ayer el soldado que conversó por teléfono con la SER. La pesadilla de los reclutas duró casi una hora.
Después, el sargento sacó su pistola y apuntó a varios soldados a la cabeza. Finalmente, se encaró con Samuel Caja, le entregó su pistola y le pidió que le disparase. Tras negarse el cabo, el suboficial recuperó el arma y le disparó. "Le reventó el pecho", dijo el mismo testigo.La detonación desató el pánico en el resto de los soldados presentes y de los que ya dormían en el piso de arriba. Algunos salieron huyendo por las ventanas y otros se metieron debajo de las camas intentando ponerse a salvo. El relato de los soldados no ha aclarado si el presunto homicida acabó deponiendo su actitud o si tuvo que ser reducido y desarmado por la fuerza.
Confirmación de Defensa
Defensa reconoció ayer tarde la existencia del incidente protagonizado por el suboficial perteneciente a la Escuela de Servicios Especiales de Alta Montaña de Jaca. El ministerio confirmó también la muerte del cabo Ferrer y anunció la apertura de una investigación a cargo de un juez militar.
Soldados del acuartelamiento donde se produjeron los hechos han relatado que el sargento estuvo en la cantina durante las horas previas al suceso y que había estado bebiendo alcohol abundantemente. Las mismas fuentes aseguran que el presunto homicida denotaba habitualmente una acusada inestabilidad emocional. Uno de los testigos aseguró incluso que no era la primera vez que el suboficial apuntaba a los soldados con su arma. "Esto le había pasado otra vez. Me lo han contado los veteranos", dijo. El soldado añadió que, pese a todo, los reclutas tenían "buena opinión" del sargento
Todas las fuentes consultadas por la SER coinciden en que entre el fallecido y el homicida no se produjo ninguna pelea ni altercado. Los testigos vinculan la actitud del suboficial con su posible estado de embriaguez, extremo éste sobre el que el Ministerio de Defensa no se ha pronunciado. La Escuela de Alta Montaña de Jaca es una de las unidades más especializadas del Ejército.
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