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La policía de Tribus Urbanas tilda a El Mallorquín de neonazi violento

El jefe de la Brigada policial de Tribus Urbanas aseveró ayer al tribunal que juzga el crimen de Costa Polvoranca (la muerte de una cuchillada en el corazón del vecino de Alcorcón Ricardo Rodríguez) que el principal implicado en este caso, José Cristóbal Castejón, El Mallorquín, era un miembro "activo y muy violento" de la tribu neonazi Bases Autónomas. Aseguró que la brigada llevaba tiempo tras sus pasos, ya que había participado en varias reyertas y su carisma crecía entre los neonazis.

Este responsable policial también incluyó dentro del grupo fascista capitaneado por El Mallorquín a otros dos de los siete jóvenes que se sientan en el banquillo: al menor Antonio B. y a Félix Chaves. El Mallorquín se definió en la primera sesión del juicio como un amante "de la patria", pero negó ser un rapado fascista. Los otros dos se basaron en su procedencia de clase obrera para negar tal afinidad.Los testimonios del jefe de la Brigada de Tribus Urbanas y de ocho testigos centraron la séptima sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Madrid desde el 1 de abril contra los siete jóvenes acusados de haber intervenido, directa o indirectamente, en el salvaje crimen de Ricardo, ocurrido el 21 de mayo de 1995 frente al pub Donqui, en el polígono de copas Costa Polvoranca. El citado jefe policial indicó que la brigada, antes de que se produjera el crimen de Ricardo, tenía conocimiento de algún altercado entre clientes del Donqui -frecuentado por rapados de tendencia neozazi- y de otro local adyacente a éste denominado La Puta Calle, frecuentado por punkis. A su juicio, la vestimenta de la víctima -portaba un collar de perro con pun-tas- se correspondía con la de un, punki del tipo pastel (jóvenes que viven con sus padres y que no se caracterizan por la violencia).

El tribunal es reacio, y así lo ha expuesto en varias ocasiones su presidente para cortar algunas preguntas de los abogados, a que se aborde en la vista la ideología de los procesados. El crimen se produjo durante una desigual riña tumultuaria entre rapados y amigos de éstos (alrededor de 20 jóvenes) y otro minúsculo grupo de punkis en el que estaba Ricardo. Casi todos los testimonios prestados hasta ahora apuntan a El Mallorquín como autor de la cuchillada en el corazón que recibió Ricardo, aunque él le echa la culpa al Portero del Donqui. El abogado de uno de los acusados pidió al tribunal que actúe por falso testimonio contra una testigo amiga de El Mallorquín que, según él, incurrió en contradicciones.

Asimismo, ayer declaró uno de los testigos más esperados, Jorge Panizo, al que se achaca haber pedido ayuda al grupo de El Mallorquín para defenderse de los punkis. Panizo negó ante el tribunal haber atizado la agresión que acabó con la vida de Ricardo, informa F. Javier Barroso.

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