ESTÁN QUE ARDEN
Ramas quemadas, pancartas y caras tiznadas contra el fuego. De esta forma, ecologistas y asociaciones culturales denunciaban el pasado fin de semana en el centro de Ponferrada (León) la impotencia de la población contra los incendios forestales que arrasan El Bierzo desde hace dos meses y que han acabado con más de 6.000 hectáreas de monte bajo y bosque. La música de bongos y flautas, y el baile de los más pequeños, acompañó la protesta y se acusó a pastores, ganaderos y cazadores de ser los causantes directos de chamuscar el paisaje. Los conservacionistas culparon también de la situación al consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Francisco Jambrina, y al Consejo Comarcal del Bierzo, responsables de "manejar fondos" y "no atajar los problemas". Los ciudadanos se preguntaban por qué los servicios de extinción de incendios son hoy privados y por qué se incumple la ley que impide el pastoreo en las zonas quemadas durante tres años. Lo único cierto, se dijo, es que los pirómanos andan sueltos.-
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