IU reconoce falta de democracia interna y "capillismo" en su propia organización
Frente a la incontinencia verbal, autolimitación. Los partidos, corrientes y sectores que componen IU deben controlar no ya las declaraciones de sus dirigentes, sino que deben abstenerse de presentar propuestas y documentos que den la imagen de "doble o triple dirección, de doble o triple política", según el documento preparado por la dirección de IU sobre la pluralidad interna de la organización.
El texto es casi una exposición de intenciones y recomendaciones ante la presión externa. Pero con esta excusa arremete contra lo que llama "factores internos negativos" en un amargo y durísimo reproche a los comportamientos de dirigentes y partidos que forman IU. No es que cada uno haga lo que quiera. La crítica va más allá y reconoce que, desde la IV Asamblea, han aparecido "tendencias sectarias, formas varias de capillismo y falta de democracia interna de algunas organizaciones".
No ha habido debate político o confrontación de ideas. El documento habla más bien de que este tipo de reflexiones se ha sustituido a veces por los "juicios de intenciones, las descalificaciones y las imputaciones extrapolíticas". "Se dedica mucho más tiempo a elaborar estos juicios o a denigrar al otro que a pensar en la concreción y potenciación de los aspectos principales del programa", se lamentan los autores del documento.
Si alguien esperaba un texto contra Nueva Izquierda, se ha encontrado con un documento con guiños y reproches a otras formaciones e, incluso, a la propia estructura organizativa de Izquierda Unida. Por ejemplo, entre los factores negativos que amenazan la pluralidad de IU, el documento señala la falta de desarrollo de los cauces internos y el escaso esfuerzo para lograr el diálogo interno.
Filtraciones
Otro de los factores negativos que se incluyen en el documento son los medios de comunicación, a los que acusa de servir de caja de resonancia de las filtraciones y discrepancias y de trivializar "toda propuesta anticapitalista que surja de la izquierda". En cualquier caso, el texto advierte que no se trata de "cargar las tintas más allá de lo necesario sobre los errores propios".Así que, partiendo de que la pluralidad es "una seña de identidad básica" de IU, los autores del informe advierten el caráctet vinculante de las resoluciones aprobadas, aunque siempre "se respete la libertad de expresión". A los partidos se les exige "autolimitación en el diálogo con otras fuerzas políticas externas y en la configuración de las políticas de alianzas". Y se les pide también que no presenten documentos y propuestas que "polaricen discusiones partidarias".
Esta es posiblemente la parte más conflictiva del documento -que se remite a la próxima asamblea para terminar de perfilarlo- y que afecta no sólo a Nueva Izquierda, sino al PCE y a cualquier organización con vocación expansionista.
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