"No soy un blandito"
Las ofertas no paran de llamar a su puerta, pero Julen Guerrero, de 23 años, sigue en sus trece: se queda en el Athletic. Y aunque tiene una larga carrera por delante y "nunca se sabe lo que puede pasar" es probable que ahí siga hasta su retirada. Al menos, hasta que cumpla su sueño: ganar un título con su equipo de toda la vida, el de su tierra.Pregunta. Su proyección comercial y extrafutbolística, la llamada julenmanía, ha pasado a mejor vida.
Respuesta. Allá por donde voy sigo encontrando el calor de la gente, tanto a nivel de club como de selección. No veo que se me haya dejado apartado. Al contrario. Sigo orgulloso de ir con mi equipo y encontrarme gente que me anima, grita mi nombre y me pide fotos o autógrafos. Es de las cosas más bonitas que puede haber y yo lo intento agradecer a mi manera.
P. Pero la Raulmanía o la Ronaldomanía la han superado.
P. Hombre lo que está claro es que el tiempo pasa, va viniendo gente nueva y todo el mundo tiene su paso y recibe calor. Es bueno que siga apareciendo gente. Eso alienta a la juventud y es lo positivo.
P. ¿Y futbolísticamente? Tras su despegue fulgurante, los pasos que da parecen cada vez más cortos.
R. No. Las cosas me están saliendo muy bien. Por ejemplo, esta temporada es la mejor en cuanto a goles. Que se le de valor o no, no es cuestión mía. Yo sí le doy valor y sé lo que representa. Para mí es importante progesar. Lo importante es que uno confíe en sus posibilidades y en lo que hace. Estoy contento. Mirando paso a paso, punto a punto, poco más puedo pedir y poco más podía haber mejorado. Y aún me queda mucho por ofrecer.
P. Usted no se cansa de rechazar ofertas. ¿No es hora de ir a un equipo con mayor proyección competitiva?
R. Tengo muy claro que tengo 23 años y una carrera larga por delante. Llevo desde los ocho años en el Athletic y sería muy bonito acabar mi carrera aquí. Lo que vaya a pasar en el futuro no lo sabe nadie.
P. ¿No será falta de ambición?
R. No. Falta de ambición intentar conseguir un título con el Athletic, con sólo gente de aquí, creo que no. Eso sería mucho más importante que conseguirlo con otros equipos que cada año fichan todo lo que necesitan. Aquí hay una base, tienes que trabajar con mucha más paciencia, pero al final tiene mucho más mérito que otros. Eso no creo que sea falta de ambición.
P. Una visión muy romántica pasada de moda en el fútbol actual.
R. La gente de aquí sentimos mucho más el equipo que otros. Por la forma de trabajar y de sentir es diferente. Y encima sólo es gente vasca. Tiene una importancia enorme. Si aquí, con un pedacito de mundo, pudiéramos ganar al resto, tendría un valor enorme. Hay demasiados intereses en el fútbol actual, pero cada uno tiene sus ideas. Lo principal es respetar a todos.
P. ¿No es un rasgo de comodidad? Como aquí no vienen ni van a venir extranjeros, más fácil jugar.
R. Sería una interpretación totalmente equivocada. El que me conoce sabe que soy bastante ambicioso. Cada temporada voy mejorando. Mis metas son mejorar lo que hacía la temporada anterior. Y así seguirá hasta que me retire. De comodidad, nada.
P. Usted denunció mala intención y reincidencia cuando le pisó Simeone. Y se ganó fama de chivato entre los futbolistas.
R. No, yo defendí el fútbol. Hice lo que creí conveniente y punto. Y me sentí muy respaldado. Nadie ha venido todavía a decirme 'oye, que lo hiciste mal'. Sólo los del Atlético.
P. Luego, Couto pisó a Simeone y no hubo denuncia. Urzaiz agredió a Albistegui y no hubo denuncia. Le dejaron en mal lugar.
R. No. En cuanto a lo de Couto, si el Atlético estuvo criticándome por lo que hice, no iba a denunciar. Es lógico. Por continuación de palabras y hechos habría sido una sorpresa lo contrario. Y lo de Urzaiz es un caso diferente. Era una acción aislada, y en la de Simeone había reincidencia.
P. Muchos le llamaron blandito. ¿Lo es?
R. No soy un blandito. Yo creo que ha estado recogiendo todo lo que me pueden llamar y me lo está preguntando. Pero no, en absoluto.
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