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Tribuna:FÚTBOL 30ª JORNADA DE LIGAEL QUIRÓFANO: QUIQUE SETIÉN
Tribuna
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Liberación mental

Se anularon. Las reducidas dimensiones del campo, junto a su mal estado y la acumulación de jugadores vallecanos en zonas defensivas anularon el potencial ofensivo del Atlético en la primera mitad. Sirva de ejemplo que Kiko no pudo controlar ni una sola vez. Concentración. Mientras que el Atlético intentaba rasear más el balón, el Rayo se limitó a efectuar lanzamientos en largo sobre su único hombre en punta aprovechando su velocidad. La falta de concentración en los minutos finales y su bondad para no materializar en algo efectivo las contras de las que dispuso le costaron el partido.Ausencia. El Atlético es evidente que echa en falta la imaginación y los goles de Pantic y Caminero. Cuando el juego colectivo está atascado o no muestra seguridad defensiva, la ausencia reiterada de estas virtudes es la diferencia entre ganar o perder, o sea, entre el Atlético del pasado año y éste.

Herido y cansado. En contra de lo que se podía esperar de un equipo herido y cansado, el Atlético intensificó su esfuerzo en busca de algo positivo. El penalti riguroso compensó el gol del Rayo, que partió de una posición más que dudosa. La desgracia que les ha acompañado en las últimas semanas la dejaron ayer en Vallecas.

El futuro. Con esta victoria el Atlético corta la racha de los continuos descalabros. Liberarse mentalmente de los fracasos le dará confianza y equilibrio de cara al futuro. En un equipo con tanta tendencia a la inestabilidad era necesario salir cuanto antes de la angustiosa dinámica en la que había entrado.

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