Los Secretos: "Preferimos transmitir tristeza que indiferencia"

Sin ucho ruido, de manera tan sencilla como sus propias canciones, el grupo madrileño Los Secretos lleva casi 20 años en lo alto del pop español. Conservan los viejos fans que tenían casi 20 años cuando ellos empezaron y han incorporado poco a poco a gente más joven. Su historia, sus canciones y su experiencia serán repasadas por el propio grupo en el recital intimista que ofrecen hoy en el Palacio de Congresos de Madrid.Fundado a comienzo de los ochenta por los hermanos Javier, Enrique y Álvaro Urquijo, con el batería Canito, Los Secretos conformaron un estilo propio dentro de la movida madrileña: "Sólo echamos de menos que entonces éramos más jóvenes, pero las cosas no estaban bien, ahora se trabaja mucho mejor", dicen Enrique y Álvaro, únicos miembros originales de la formación en activo cuando recuerdan sus comienzos. Déjame fue casi un himno en aquel Madrid nuevaolero, pero en estos 17 años Los Secretos no han dejado de fabricar canciones atemporales capaces de sobrevivir a todo tipo de modas.

La soledad, el desamor, el papel de perdedores que suelen tener los protagonistas de sus canciones, la nostalgia, la melancolía y la cadencia casi country y doliente de su música han conseguido que sea la tristeza el tópico sobre el que giran las calificaciones a la enorme obra de Los Secretos. A ellos les gusta más asegurar que son canciones que transmiten sentimientos: "Los que dicen que hacemos canciones tristes no se han parado a traducir las de Cohen, Dylan, Springsteen o Browne, artistas que nos encantan", comentan los dos hermanos, "y en cualquier caso, preferimos transmitir tristeza que indiferencia".

Los Secretos publicaron el pasado año algo muy común en los artistas internacionales pero primero que hace un grupo español: un cofre con tres compactos que incluye entre sus éxitos rarezas, maquetas y grabaciones en directo, y un libreto con anécdotas de todos estos años. La caja se llama La historia de Los Secretos

Los Secretos actúan hoy en el Palacio de Congresos (paseo de la Castellana 99, metro Lima), 21.30 horas.2.000 y

2.500 pesetas. .