France Telecom descarta entrar en Retevisión

ENVIADO ESPECIALFrance Telecom (FT), la compañía de teléfonos controlada aún por el Estado francés, tiene Airtel en su punto de mira. Ya no es Retevisión, la sociedad de la que el Gobierno español vende un 60%, su presa más codiciada en España. "Airtel es el competidor natural de Telefónica en todos los ámbitos del negocio", aseguró Marc Dandelot, director de Desarrollo Internacional de France Telecom, durante una cena con medios de comunicación españoles celebrada en París el martes pasado. Airtel, según los directivos de FT, reúne todas las condiciones para convertirse en alternativa real a Telefónica y harán cuanto esté en su mano para entrar en el capital de la que hoy es sólo una compañía de teléfonos móviles, pero que a partir del 1 de diciembre de 1998 podrá ampliar sus servicios a la telefonía fija.

Para satisfacer sus objetivos, FT cuenta con el apoyo del Banco Central Hispano (BCH), que tiene un, 14% de Airtel, y de los socios minoritarios de la empresa, con quienes ya está en conversaciones. FT confía en que su entrada en Airtel se haga efectiva inmediatamente después de que British Telecom (BT), actualmente con un 16,7% de Airtel, cierre su alianza internacional con Telefónica y se vea entonces obligada a dejar la compañía de móviles.

Los representantes de FT en Bruselas anunciaron ayer que pedirán el adelanto de la fecha, de liberalización del mercado español de las telecomunicaciones al 1 de enero de 1998, a cambio de la autorización comunitaria a la anunciada alianza de Telefónica y BT.

Hasta ahora, France Telecom sólo había mostrado interés por Retevisión. Sin embargo, tras la publicación de las bases del concurso para la adjudicación del 60% de la sociedad estatal y los rumores sobre el acuerdo BT-Telefónica, las expectativas de FT se han enfriado. Los franceses creen injustificado el pago de los 45.600 millones que el Gobierno español exige como mínimo para optar a la privatización de Retevisión, sobre todo porque no existen garantías de que los compradores vayan a poder llevar una gestión independiente de la empresa con el Estado, que cuenta con un 40% de las acciones y derecho de veto sobre cuestiones estratégicas.