La Guardia Civil interroga al dueño del camión en el que murieron 11 inmigrantes en Figueres

Justo Sánchez, propietario de la empresa J. Tramagal y del camión accidentado cerca de Figueres en el que murieron 11 inmigrantes ilegales que viajaban ocultos en el remolque, estaba ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Almendralejo (Badajoz) a la espera de declarar ante el juez. El camión tenía dos conductorres cuando el viernes por la mañana se dirigió a El Masnau a cargar su remolque. El domingo por la noche, cuando se produjo el accidente, ya sólo llevaba un conductor, había dejado parte de la carga y llevaba ocultos tras los palés a 17 inmigrantes.

Poco antes de ocurrir el accidente, el camión había sido denunciado ante un puesto de la Guardia Civil por conducción temeraria. Una patrulla le esperaba. a sólo dos kilómetros de la curva en la que volcó, en el término de Capmany. En el convoy ya sólo iba uno de los conductores. El otro, natural de Badajoz, había discutido con su compañero en El Masnoti (Barcelona) y decidió no proseguir el viaje. La titular del Juzgado número 5 de Figueres (Girona), Maria Auxiliadora Gómez, le tomó ayer declaración y declaró secreto el sumario.Se trata de determinar qué hizo el camión entre el viernes por la mañana y el domingo por la noche. La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que los 17 inmigrantes subieron al convoy en alguna localidad catalana y no en el sur de España como se pensó en un principio, ya que existen indicios de que el camión estuvo parado unas 24 horas. Esta hipótesis, sin embargo, no se confirmará hasta conocerse el resultado de la lectura definitiva del tacógrafo.

Mientras tanto, la Guardia Civil localizó en Santa Marta de los Berros (Badajoz) a la empresa propietaria del camión, la sociedad Patrisancor, cuya sede coincide con la de J. Tragamal. Su propietario, Justo Sánchez, es hijo de Cipriano Sánchez, uno de los pioneros en Extremadura del transporte internacional. Con una flota de por lo menos 15 vehículos, J. Tramagal está integrada en la patronal extremeña Aetrans, donde es considerada una empresa seria".

La empresa reconoció ser propietaria del camión, pero negó cualquier implicación en la supuesta red de tráfico de inmigrantes ilegales. Sin embargo, fuentes de la investigación indicaron que la empresa tenía antecedentes por irregularidades en el transporte. Sus responsables indicaron que el conductor había sido contratado hacía algo más de una semana y descargaron sobre él cualquier posible responsabilidad. El conductor, Martín Moreno Márquez, de 31 años, se debatía ayer entre la vida y la muerte en el hospital de Girona. En el número 16 de la calle de Gabriela Mistral, en la humilde barriada de Cerro de Reyes de Badajoz, donde vive, la noticia causó sorpresa, y su esposa emprendió viaje hacia Girona tras prestar declaración.

La Guardia Civil investiga en las gasolineras y establecimientos de carretera el posible itinerario del camión. Se sabe que después de descargar en Vic (Barcelona), se dirigió a la empresa Ramón Clemente, SA, de El Masnou. Según el director, Jaume Puig, allí cargó el viernes por la mañana 45 palés con 218.000 botellas destinadas a empresas de perfumería de las ciudades italianas de Módena y Milán. Cuando se produjo el accidente ya sólo transportaba 24 palés.

Los cinco inmigrantes heridos continúan graves en varios centros hospitalarios. Las autopsias practicadas ayer a los 11 cadáveres revelaron que diez inmigrantes, de entre 25 y 30 años, murieron en el acto aplastados entre las botellas. El undécimo, un joven de unos 18 años, murió asfixiado. Según el forense Narcís Bardalet, todos viajaban de pie.