PSOE y PP aproximan su política sobre la pacificación de Euskadi

Socialistas y populares están aproximando sus políticas de pacificación frente al empuje de los nacionalistas del PNV y EA, favorables a una salida negociada al problema de la violencia en el País Vasco, sin condiciones previas y sobre la base de la autodeterminación. La escalada violenta de ETA y su entorno y la debilidad actual de los demócratas para hacer frente a esa situación han provocado un giro estratégico del PSOE, que asegura que mantendrá a ultranza su postura contraria a la negociación y a la autodeterminación.

"Hay que volver a la unidad de todos los demócratas", declaró ayer Ramón Jáuregui, consejero de Justicia del Gobierno vasco y líder de los socialistas. Dirigentes del Partido Socialista de Euskadi mantienen una sintonía básica en este tema con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja (PP). El PSE-EE y el PP están profundamente convencidos de que el Partido Nacionalista Vasco se equivoca en su estrategia política de forzar pasos de acercamiento hacia el entorno de los violentos y en la demanda de una negociación sin condiciones entre ETA y el Estado.Para estos partidos, los terroristas están dejando claro con la escalada violenta que no aceptan los pasos hacia espacios de distensión, sino que exigen un salto hasta sus posiciones: el todo o nada. Ante esa situación, los socialistas vascos han remitido al lehendakari José Antonio Ardanza una reflexión política que supone una vuelta hacia las posiciones más firmes de principios de la década y que puede marcar el desarrollo futuro de la Mesa de Ajuria Enea. "Cuando nos atacan de esta manera", declaró ayer el secretario general del PSE, Ramón Jáuregui, "no podemos poner el otro carrillo, sino la cara más fuerte de la unidad".

El documento, elaborado entre otros por José María Benegas y el propio Jáuregui, sitúa a los socialistas vascos en una nueva sintonía con el Partido Popular y supone un giro, desde posiciones más permisivas con las estrategias del PNV, hasta la rigidez que adoptaron al principio de la década de los noventa.

"Frente a la oferta política autodeterminista, nosotros creemos en todo lo contrario", declaró ayer Jáuregui. "Nos negamos a ese proceso porque rompe la unidad y retroalimenta a los violentos".

El tema de la autodeterminación estaba llamado a ser asunto estrella de los debates que iban a inaugurar la segunda fase del pacto de Ajuria Enea. "Podemos hablar", dijo ayer Jáuregui, "pero tiene que quedar clara que ésa es nuestra postura".

El Partido Socialista de Euskadi mantendrá a partir de ahora un discurso unitario respecto a la política de pacificación, que se sustentará sobre cinco ejes principales. Destacan entre ellos que, según el PSE, no hay justificación alguna para la violencia; que en Euskadi no existe un déficit democrático como argumenta Euska Alkartasuna -al no haber encaje para la autodeterminación en el actual marco jurídico político y que no habrá ninguna negociación política con los violentos. Los socialistas mantienen la puerta abierta al diálogo, pero exclusivamente como resultado del cese de la violencia, y apuestan por que los problemas políticos del País Vasco sean resueltos exclusivamente por los representantes políticos de la voluntad popular.

En términos parecidos se expresó ayer el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz. "Hay que darse cuenta de que en puntos como el de la autodeterminación no nos vamos a poner de acuerdo nunca. Por lo tanto", subrayó, "busquemos puntos de acuerdo y permanezcamos ahí. ETA es el inmovilismo petrificado, y parece que los que tenemos que cambiar somos los demócratas", se quejó.

Al igual que los socialistas, Iturgaiz cree que hay que avanzar en el punto 10 del pacto de Ajuria Enea, en el que se habla de una salida dialogada, pero sólo cuando ETA muestre de manera inequívoca que abandona las armas. Iturgaiz dio ayer la "bienvenida" al PSE y anunció que comenzará esta semana a preparar las reflexiones que remitirá al lehendakari, dentro de la segunda fase del Pacto de Ajuria Enea.