Fatídico cuarto día

José María Olazábal lo desmintió nada más terminar la cuarta vuelta, pero al igual que hace dos semanas en el Open de Dubai, a una espléndida tercera vuelta le siguió en el Open de Portugal una fatídica cuarta: 74 golpes ( + 2), que le dejaron en cuarta posición final, a siete golpes del ganador, el sueco Michael Jonzon (269, - 19). Ignacio garrido, hijo del histórico Antonio Garrido, terminó segundo, a tres golpes después de marcarse 65 (- 7) ayer. En todo caso, no deja de ser un avance para Olazábal, que en su reaparición de Dubai terminó 12º.Alguien podría pensar que el cansancio provocado por sus molestias en los pies le revienta en los últimos 18 hoyos, pero ese alguien no es el golfista de Hondarribia. "No voy abuscar excusas", dijo. "`Aún siento molestias en los pies, pero no creo que esa fatiga haya sido un factor en mi mala vuelta. Simplemente golpeé mal la bola y mi juego no fue nada bueno".

Olazábal comenzó a la perfección su cuarto día, con dos birdies consecutivos, pero ahí se acabó su brillo: en los últimos 11 hoyos cometió cuatro bogeys. El vasco perdió una oportunidad de oro de restarle dos golpes al sueco en el hoyo 10º. Jonzon había perdido su bola al irse a los pinos con el driver, pero salvó el compromiso con un simple bogey al embocar un putt de siete metros. Allí mismo Olazábal falló un putt para birdie de metro y medio. En el 11º se fue a unos arbustos y coleccionó un bogey. Y en el 13º otro. Sus esperanzas se desvanecieron. Las de Jonzon, que compartia partido con el vasco -Olazábal inició el dia en segunda posición, a dos golpes del sueco-, se dispararon en la misma medida.

Y eso que también hizo bogey en el 13º. Pero Jonzon, de 24 años, alto y fuerte como un armario, no iba a desaprovechar su oportunidad de ganar su primer torneo. Un birdie en el 16º dio al golf sueco su 24º título en el circuito europeo desde que Ove Sellberg ganó el primero en 1986.

Un ligero pesimismo envolvía al siempre optimista y competitivo Olazábal al terminar el día, aunque sólo fuera para aligerar la presión, o por su alto nivel de exigencia. "Nada me fue bien", dijo. "Fallé demasiado con el driver y envié vanas bolas fuera de calle. Para colomo, con el putt también estuve muy desacertado. Me queda aún un largo camino por delante para intentar alcanzar la forma de juego que yo quiero". Pero aún quedan tres semanas para que comience el Masters de Augusta, el primer. punto y aparte de la temporada.