Depor y Espanyol, vidas opuestas

El Deportivo prosiguió su fulgurante sprint con su quinta victoria consecutiva en Sarriá. No hay quien pare a los deportivistas desde que llegó a su banquillo Carlos Alberto Silva. Justo lo contrario de lo que le sucede al Espanyol. Ni siquiera los relevos técnicos sirven para enderezar su caída imparable. Ayer se estrenó Paco Flores como sustituto de Vicente Miera, pero ni por esas. El Espanyol acabó cediendo su quinta derrota en sus últimos seis partidos.El cambio de entrenador y la frescura ofensiva le dieron al Espanyol una sensación inicial de mayor ambición. El Deportivo se pasó media hora echando carbón a su caldera defensiva. Las ausencias de Donato y Flavio Conceiçao, hundieron la estructura habitual en su centro del campo. La aportación de Helder siempre estuvo en función de tareas defensivas. que a veces tampoco acertó a resolver, mientras que Mauro Silva perdió más balones de lo que en él es habitual.

El Espanyol, con Raducioiu y Ouédec compartiendo titularidad y posiciones en punta por vez primera en este campeonato, dominaba el partido aunque en cuanto que Rivaldo logró tocar el cuero se apoderó el terror de la cobertura blanquiazul. Las genialidades del brasileño llevaron de cabeza a los de Flores. La movilidad de Rivaldo fue incontrolable tanto para la medular como para la zaga del Espanyol.

El gol del Deportivo no hizo sino abundar en la obsesión enfermiza que causó Rivaldo en el Espanyol. Martins lanzó un saque de esquina y el forcejeo implacable de Pacheta sobre Rivaldo despistó a Toni. Pero aún así no tuvo excusa la falta de desición del portero blanquiazul que dejó pasar el cuero para que Naybet apuntillara sin remisión. En esa fase todavía se agudizaron más las carencias del Espanyol en el centro del campo. Después, simplemente, el Depor se apoderó del balón, lo adormeció y se llevó el triunfo.