ETA estudia una nueva tregua para atraer hacia sus posiciones al PNV y a Eusko Alkartasuna

ETA estudia la posibilidad de hacer una nueva tregua con el propósito de que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) rompan sus alianzas con el resto de los partidos democráticos vascos y se acerquen a sus posiciones, según un escrito interno de la organización terrorista publicado ayer por el diario El Correo. "Mediante una disminución de la kale borroka [violencia callejera] sobre sus intereses, conseguiremos confundir nuevamente al PNV y EA e iremos preparando una nueva tregua que consiga romper definitivamente sus amarras con el Estado español", indica la dirección de ETA, tras felicitarse por la "eficacia" mostrada por este tipo de algaradas.El escrito de la organización terrorista titulado K.B. (kale borroka) es posterior al denominado Cintura Política, en el que ETA propugnaba combinar la fortaleza con la astucia, y hace mas expresos sus planteamientos de que la tregua debe ser un instrumento político para acabar de romper la unidad de los partidos democráticos vascos.

Según ETA, la violencia callejera implantada en 1993 a partir de la denominada ponencia Oldartzen es "Ia estrella de este momento político, la que ha dado resultados evidentes". Esto ha permitido a los terroristas superar la comprometida situación auspiciada ese mismo año por la campaña ciudadana del lazo azul en apoyo a los secuestrados.

ETA apuesta claramente por apoyar este tipo de violencia, pese a admitir que la kale borroka puede "desequilibrar y hacer postergar la tarea de reconstrucción nacional" y reconocer el peligro de que estas movilizaciones se conviertan en sí mismas en un objetivo, cosa que, dice, "está ocurriendo en cierta medida".

Tras afirmar que gracias a la violencia callejera está "ganando en la calle" y la "sensación de seguridad se está extendiendo en toda la izquierda abertzale", la organización terrorista afirma que este tipo de violencia "ha dejado claro el papel de los zipayos [alusión despectiva a la Ertzaintza] y ha frenado en cierto modo su soberbia represiva y policial, a consecuencia de lo cual dichas fuerzas han tenido que invertir cada vez más en su autodefensa".

A propósito de la Ertzaintza, ETA añade: "Hemos conseguido ridiculizar definitivamente a los zipayos, desacreditándolos y haciéndoles parecer unos peleles ante la juventud vasca".

El escrito, de cinco folios y redactado el pasado enero, asume que la estrategia de la violencia callejera ha suscitado discrepancias internas en el seno del entorno de ETA, entre otras cosas por el temor a que este fenómeno "se le vaya de las manos" a la organización terrorista. Ésta, tras señalar que los riesgos deben ser "tenidos en cuenta", proclama que Ia izquierda abertzale" apoya y justifica estos métodos al convencerse de que es "un fenómeno político, bien fundamentado ideológicamente y guiado y apoyado políticamente". -

Para la organización terrorista, la violencia callejera es Ia estrella de este momento político", aunque reconoce que "los costos también han sido grandes (detenciones, heridos, etcétera). Costos que en absoluto hay que perder de vista".

Además, ETA señala que la violencia urbana permite a sus comandos realizar menos acciones y más selectivas, centrándose en "incidir más directamente en el núcleo central del conflicto".