Crecen en Alemania las voces en favor de aplazar la unión monetaria
La posibilidad de aplazar la entrada en vigor de la unión monetaria europea se hace cada vez más palpable entre los expertos y la opinión pública en Alemania, donde sólo el Gobierno parece aferrarse a la posibilidad de cumplir el calendario y una aplicación estricta de los criterios de convergencia, fijados por el Tratado de Maastricht.El dominical Bild am Sonntag apareció ayer con un titular en primera página, que sin duda contribuye a incrementar la inseguridad sobre la unión monetaria: "El euro se tambalea. Experto cuenta con el aplazamiento". El experto es nada menos que Herbert Hax, uno de los cinco sabios encargados de dictaminar cada año sobre la economía alemana y actual portavoz del gremio.
A la pregunta de si Alemania cumplirá los criterios de convergencia, Hax declaró tajante a Bild am Sonntag: "No. Alemania rebasará probablemente este año la barrera del endeudamiento del 60% del producto interior bruto (PIB) y también será difícil cumplir con el déficit del, presupuesto por debajo del 3% del PIB. Los pronósticos del Gobierno se encuentran por el 2,9%, pero hay otros que prevén más de un 3%. Si se mantienen con firmeza seriamente los criterios de estabilidad, Alemania no podrá introducir en 1999 el euro".
Como una centella, a pesar del sagrado fin de semana de reposo de los funcionarios alemanes, un portavoz del Ministerio de Hacienda saltó a la palestra, para llamar al orden al sabio euroescéptico. Según el portavoz, la creación del euro se determinará en función de los resultados de este año, del que todavía no ha transcurrido ni un trimestre.
En realidad, hasta las mismas cifras del Ministerio de Hacienda dejan en el filo de la navaja la posibilidad de que Alemania cumpla. Según el informe presentado la semana pasada al gabinete en Bonn, en base a los datos del año pasado, Alemania incumplió los dos criterios de deuda y déficit que menciona Hax.
El Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW) se alinea con los optimistas sobre la evolución de la economía alemana. Sostiene el IfW que el crecimiento del PIB será este año del 2,5% e incluso aventura un 3% para 1998. Pero este optimismo del IfW no alcanza al cumplimiento de los criterios de convergencia. Según el dominical Welt am Sonntag, el IfW pronostica un déficit del 3,5% para este año, que bajaría a un 3,2% en 1998. El enduendamiento, según el IfW, sería en estos dos años del 61,5%. Si esto se cumple, se puede entonar el "¡Adios al euro!".
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