Samaranch entrará reinando en el siglo XXI
El mundo olímpico puede estar revuelto como hoy mismo cuando las 11 ciudades candidatas a organizar los Juegos del 2004 hagan su última presentación en medio de una guerra de intereses, pero hay algo que o cambia desde hace ya cerca de 17 años: el jefe. Nadie discute a Juan Antonio Samaranch. Ayer, como se esperaba, la comisión ejecutiva le pidió por unanimidad que siga en el cargo por otros cuatro años. El presidente del COI, elegido en julio de 1980, entrará reinando en el siglo XXI. Si completa su último ciclo, en el año 2001 tendrá 81 años.
"Ha sido una señal de que las cosas van bien, de que el movimiento olímpico es más fuerte que nunca y de que estamos todos unidos. Por eso he aceptado la petición. Debemos seguir el mismo camino, dijo un Samaranch tan satisfecho como las dos veces anteriores en que sus propios súbditos le pidieron que siguiera siendo su rey. Y fue sincero una vez más: "No es ningún sacrificio y lo hago con todo gusto. Siempre digo que el momento más feliz de mi vida de trabajo es cuando abro la puerta de mi despacho". El presidente del COI continúa con la misma ilusión y sensatez como en 1980 cuando vio cumplido lo que más anheló: ser el máximo dirigente del deporte.Samaranch se puede convertir también en el segundo mandatario olímpico que más tiempo ha ocupado el cargo, sólo por detrás del fundador, Pierre de Coubertin, que estuvo 29 años, desde 1896 hasta 1925. Con los 17 actuales ha igualado ya al tercero de la lista, el conde belga Henri de Baillet-Latour, reinante entre 1925 y 1942. Samaranch debería llegar al 2001 para superar con 21 años los 20 del norteamericano Avery Brundage entre 1952 y 1972. Sin duda sería batir un último récord muy simbólico: el de haber ganado todas las batallas, incluida de la de los cambios adecuados a los nuevos tiempos.
Pero Samaranch no pierde la perspectiva ni el mismo día de otro triunfo. Ayer provocó una, carcajada al decir antes de contestar sobre sus planes de futuro: "Si llego al 2001... y primero si me ratifica la Sesión del CIO en septiembre mi candidatura". Para añadir a continuación: "Porque si en algún momento de los próximos cuatro años me falla la salud, lo dejaré inmediatamente. Nunca seré una rémora para un movimiento olímpico que, sobre todo, necesita continuidad y unidad con las Federaciones Internacionales y los Comités Olímpicos Nacionales. Tenemos que seguir la evolución de la sociedad y saber hacer los cambios necesarios que ella requiere. Creo que acierto cuando digo que estamos viviendo una era de oro- del deporte y no sólo en el de alta competición, sino en todas las facetas, y de una forma activa o pasiva".
Marc Hodler, primer vicepresidente del COI, leyó junto a los otros tres vicepresidentes, el príncipe belga Alexandre de Merode, el canadiense Richard Pound y el húngaro Pal Schinitt, un comunicado en el que la comisión ejecutiva que ayer terminó sus reuniones sin acuerdos de gran fuste, pedía por, unanimidad a su presidente la continuidad. Quizá no todos estaban del todo contentos, porque la lucha por la sucesión se aplaza una vez más. Incluso el propio Samaranch lo, dejó claro: "No me incumbe". Tampoco era el momento pura delfines. Sólo para reyes.
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