SOR-GOSIA Y SU HIJITO
La mujer del año en Polonia, Malgorzata ChmieIewska, además de ser una religiosa joven que se ocupa de la gente sin techo, es el único caso en el país de una monja con un hijo adoptado. Chmielewska abandonó la vida contemplativa, pues, pese a trabajar como obrera en una fábrica de cerámicas, le pareció que de esta manera poco ayudaba a su prójimo, y no hace un decenio que fundó en su país la comunidad católica El Pan de la Vida, a modo de la existente en Francia. Explicó que a "su niño", Arthur, de 10 años, autista y epiléptico, lo encontró abandonado por su madre natural en un lugar de alcohólicos, y decidió quedarse con él y adoptarlo, merced a un permiso especial del Tribunal de Menores . Artur le llama Gosia -diminutivo del nombre de pila-, y ella, "hijito". "Pero si me llamara mamá cambiaría los hábitos por ropa de calle para no llamar la atención como religiosa con un hijo", explicó. Licenciada en Biología la monja dice, con humor que cuando está harta de trabajo y de sentirse impotente, algo que le ocurre con frecuencia reza y dice: "Señor, yo ya he hecho hoy todo lo que podía, ahora es tu turno".
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