_
_
_
_
FÚTBOL

Cita mágica en el Arena

El Atlético visita el miércoles al Ajax, un desafío que le asusta, pero que a la vez le invita a soñar

Hace un mes, Antic ya advirtió que el Atlético pensaba sólo en la cita contra el Ajax. Pues esa cita, la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, empieza el miércoles. El Atlético llega a ella con toda la preocupación del mundo y con toda la ilusión del mundo; con sobradas razones para pensar por igual con pesimismo y con optimismo.

Más información
"Antic ha hecho un buen trabajo"

RAZONES PARA EL PESIMISMONo juega Kiko. Kiko es, sin duda, el jugador más en forma de los rojiblancos y el de más talento. No sólo es la referencia esencial en el juego de ataque, lo peor es que es una referencia psicológica trascendental entre sus compañeros. El año pasado, en la víspera del partido de vuelta de la Copa del Rey frente al Betis, tras un incierto 1-1 en el Calderón en la ida, los directivos, le preguntaron a Pantic: ¿Pasaremos, no? El serbio fue pesimista, pese a la temporada de gloria que vivía el equipo: "Es que no juega Kiko". Algo de eso deben estar pensando ahora los jugadores rojiblancos, que saben que el gaditano, por sanción, no estará en el Amsterdam Arena.

Dos jugadores de mal año. Caminero reconoce pasar por el peor momento de su carrera y Pantic, aunque no lo confiesa, vive una situación similar. Y son dos de los principales encargados de desequilibrar a las defensas rivales. Las dudas que despierta su rendimiento son una incógnita demasiado peligrosa para el miércoles.

El laboratorio no funciona. El arma más eficaz del curso pasado, la efectividad a balón parado, no está dando resultados en éste. Aunque en algunos encuentros recientes (ante el Barça, en Copa, y ante el Logroñés, en Liga), el Atlético marcó a balón parado, sus saques de esquina y sus golpes francos ya no siembran el terror en el marco contrario. La preocupante falta de precisión de Pantic tiene mucho que ver con este problema.

Los problemas defensivos. El Atlético construyó su bicampeonato a partir de una solidez defensiva a prueba de bombas. Los delanteros cerraban espacios, los centrocampistas presionaban con decisión y bien coordinados, Vizcaíno atascaba con criterio los contragolpes rivales, la defensa achicaba con precisión y Molina blindaba un tercio del campo con su juego adelantado. Era muy difícil crearle problemas al Atlético. Esta temporada, en cambio, los rojiblancos son mantequilla en defensa. Falta orden, coordinación y empuje. Los rivales llegan con demasiada frecuencia y facilidad ante las narices de Molina. Hay datos inequívocos: el Atlético concluyó la primera vuelta de la Liga 1995-96 con 10 goles en contra; la 1996-97 la acabó con 28.

RAZONES PARA EL OPTIMISMO

Paso firme por Europa. El Atlético ha mantenido el tipo por Europa. La magnitud de la competición no ha hecho que le tiemblen las piernas. Casi al contrario. Supermotivado, sus mejores actuaciones en el presente ejercicio las ha realizado en el torneo continental. Su exhibición en la cancha del Borussia Dortmund, como si se tratara de un campo de lo más corriente, es el mejor ejemplo. El que le permite soñar que no le impresionará jugar en el Amsterdam Arena, probablemente el mejor campo de Europa.

Molina, en forma. Falta Kiko, pero no Molina, el otro jugador que sostiene al Atlético en los momentos difíciles. Vive menos arropado, por sus compañeros que el año pasado, pero sigue mostrándose como un excelente portero. Ocupa mucho campo, sale con decisión tanto por alto como por bajo, cierra bien en los mano a mano y tiene los reflejos a punto.

Racha de resultados. Aunque el juego del Atlético es irregular, lleno de altibajos, su trayectoria de resultados es intachable. Sólo ha perdido uno de sus últimos 23 encuentros oficiales. Y fue ante el Madrid, su única bestia negra conocida (tras la victoria del sábado ante el Sevilla, el Atlético de Antic ha ganado ya alguna vez, menos al Madrid, a todo equipo con el que se ha enfrentado).

El estado del Alax. El Ajax es de esos equipos que asustan por todos lados. Sin embargo, puestos a medirse con el todopoderoso conjunto holandés no viene mal hacerlo por estas fechas. El parón de invierno de la Liga holandesa ha conseguido que el Ajax no esté aún del todo metido en el alto ritmo de competición. Lo comprobó Radomir Antic en su reciente viaje a Amsterdam para espiar a su rival europeo: el Ajax bajó de revoluciones a medida que avanzaba el partido. Si el Atlético consigue imponer un alto ritmo de juego y obliga al Ajax a jugar a todo tren, puede encontrar su recompensa en la segunda parte. Hay jugadores que no están en plena forma. Sobre todo, Overmars, que se tiró medio año lesionado y aún no ha engrasado su endemoniada velocidad. Otra cosa son Babangida y Kluivert...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_