La magia de Antunes Filho ofrece la sangre fresca del grupo Macunaima

Está basado en una historia medieval que popularizó Bram Stoker a finales del siglo pasado. No rechaza, pero ignora sus componentes góticos y románticos. Está inspirado en los tebeos de Miller, Crepax y Heavy Metal. Su sonido es rockero. Tiene aromas de danza balinesa e influencias del teatro japonés. Y más sorpresas. Es Drácula y otros vampiros, el último revulsivo escénico de Antunes Filho, mago del teatro mundial, que estrena hoy en el teatro Olimpia con su mítico grupo brasileño Macunaima.

"En el fondo todos somos mediterráneos", dice Filho tras afirmar que ellos, Macunaima, viven el teatro como juego, como fiesta, como catarsis lúdica. Lo dice porque su Nosferatu está lleno de esos elementos. Un vampiro que en la primera parte del espectáculo nos muestra el símbolo de la inmortalidad, y en la segunda, el símbolo del poder: "Estos dos aspectos determinan la narración y el ritmo del espectáculo". Un ritmo que él mismo considera vertiginoso.La dualidad está marcada intencionadamente por Filho. Primero el vampiro viaja a Iberoamérica a buscar sangre nueva. Transilvania ya está trillada. Después llega el gran viaje político: "Él intenta seducir al pueblo a través del proselitismo", dice Filho, quien no utiliza eufemismos para dejar claro que esa seducción del chupa-sangres simboliza la ideología del mal: "Pretendo, denunciar esa tendencia existente en muchos grupos seductores, como los nazis, las dictaduras, y para hacerlo recurro a muchas estéticas, porque todo es válido para él juego, para la fiesta", señala el director, quien, junto con su grupo, ha sido invitado por el Centro Dramático Nacional.

Filho también recurre al humor para narrar su Drácula: "Para mí, la vida es un juego de renovación, muerte, vida. Vivir es divertido, de ahí que cada segundo de espectáculo esté lleno de connotaciones, de referencias. Vosotros, los españoles, vais a disfrutar, porque este Drácula está marcado por la cultura europea".

Drácula y otros vampiros cuenta con casi una treintena de intérpretes, muchos de ellos actores noveles que han sufrido un duro proceso de cuatro meses. de ensayos. El director, considerado un primer espada del teatro internacional, confiesa que prefiere trabajar con actores jóvenes como los que le acompañan en esta ocasión: "Es más fácil para el ritmo de la obra". Otros nombres destacados del teatro brasileño también participan en el espectáculo.

Antunes tuvo palabras de recuerdo para el recientemente desaparecido periodista teatral Moisés Pérez Coterillo: "Si el espectáculo es bueno y gusta, quiero que sea un homenaje para él, porque sin el apoyo que Pérez Coterillo dio al teatro iberoamencano no sé si ahora estaríamos aquí", manifestó.

Drácula. Teatro Olimpia. Plaza de Lavapiés. Teléfono 527 46 22. Entradas, de 2.200 pesetas a 2.600. Desde hoy hasta el 23 de marzo.